
01 Abr Una reflexión colectiva acerca de las novelas de caballerías
PABLO DOMÍNGUEZ MUÑOZ*
Para iniciarse en el mundo de la caballería andante ya no es necesario salir —como el joven y entusiasta Perceval— de la Yerma Floresta Solitaria; basta con adentrarse en la colección 500 años del Centro de Estudios Lingüísticos y Literarios de El Colegio de México. Allí, desde el año 2008, se han reunido los mayores expertos en libros de caballerías en nuestra lengua para ofrecernos su vasto conocimiento sobre los bestsellers del Renacimiento europeo. Este género narrativo de ficción, que bebe, sobre todo, de la literatura artúrica medieval, eclosionó en la península ibérica a principios del siglo xvi, cuando el autor pucelano Garci Rodríguez de Montalvo escribió Los cuatro libros del virtuoso caballero Amadís de Gaula. Con la edición zaragozana de Jorge Coci en 1508, se rubricó una nueva página en la literatura universal y se abrió el camino de un siglo repleto de aventuras maravillosas que han llegado hasta nuestros días: desde el valiente caballero que se bate en duelo con el oscuro nigromante, pasando por los monstruos y seres sobrenaturales que acechan en lo profundo de los bosques, hasta las cartas desgarradoras y los encuentros ardientes de aquellos que caen en el amor.
Tras la celebración, en 2008, del primer coloquio internacional sobre esta materia en la Facultad de Filosofía y Letras de la unam y en El Colegio de México, los profesores Aurelio González y Axayácatl Campos García Rojas reunieron las comunicaciones de dicho encuentro en un volumen colectivo monográfico. De esta manera, salió a la luz en 2009 el Amadís y sus libros: 500 años.1 En él se dan las claves para entender la primera obra de caballerías castellana, o, como diría el mismo Cervantes en su Quijote: “el mejor de todos los libros que de este género se han compuesto”. A lo largo de estos artículos, seremos capaces de comprender, entre otros muchos aspectos, las estrategias que llevaron a cabo los editores e impresores para hacer de estas historias un éxito de ventas; las maneras que tenían los autores para referir los sentimientos de caballeros y princesas dentro de un ámbito cortesano; la pervivencia de la materia y las artes retóricas de la Antigüedad clásica; las islas como elementos geográficos por excelencia para las aventuras caballerescas y la evolución de los formatos físicos donde se plasmaban estas historias.
A partir del éxito de esta primera publicación, se planificaron nuevos proyectos para celebrar futuras efemérides. El Amadís, como hemos dicho anteriormente, se convirtió en un hito literario, ya que dio lugar —a lo largo de la primera mitad del siglo xvi— a una serie de continuaciones que confirmarían el gusto de los lectores por este género de amor y aventuras. Pero, además, este ciclo inspiraría a otros autores a crear sus propias historias lejos del prototipo amadisiano. Es así como en 1511 nació, de la mano de Francisco Vázquez, el Palmerín de Olivia. Para conmemorar los quinientos años del nacimiento de la obra que daría lugar al segundo ciclo más importante del xvi —sólo por detrás del Amadís—, tuvo lugar otro congreso en las mismas sedes a finales de 2011. El resultado de las comunicaciones de profesores provenientes de grandes universidades europeas y americanas fue la publicación, en 2013, del Palmerín y sus libros: 500 años.2 De nuevo, el volumen colectivo monográfico editado por los profesores González, Campos García Rojas, Xiomara Luna Mariscal y Carlos Rubio Pacho nos brindó las claves para entender el libro del autor salmantino: su éxito en el contexto histórico, literario y editorial; la formación y evolución del ciclo; las secuencias de motivos literarios que forman los episodios de las metamorfosis o la mudez del héroe y un estudio sobre la educación de la mujer a través de las relaciones materno-filiales en las novelas de caballerías.
El excelente resultado del segundo volumen monográfico vino a certificar el interés y la vigencia del género de caballerías dentro de los estudios del Siglo de Oro en la actualidad. Por ello, el Centro de Estudios Lingüísticos y Literarios de El Colegio de México y el Seminario de Estudios sobre Narrativa Caballeresca de la Facultad de Filosofía y Letras de la unam se propusieron seguir con el camino trazado: en octubre de 2012, se celebraron los quinientos años del libro de El caballero Zifar,3 obra de principios del siglo xiv construida a partir de diferentes géneros medievales —como las compilaciones de exempla o los espejos de príncipes—, que sentaría las bases para los libros de caballerías; a finales de 2014 tuvo lugar el congreso sobre Feliciano de Silva y sus libros: 500 años del Lisuarte de Grecia,4 séptima parte del ciclo del Amadís; en octubre de 2016 se volvió a las raíces del género con el congreso titulado Arturo y sus libros,5 donde se desarrolló la influencia, pervivencia y evolución de dicha materia en las producciones castellanas. Y, finalmente, en 2022 salió a la luz —como fruto del congreso celebrado en 2018— el Claribalte y sus libros: 500 años.6
La colección 500 años supera ya su primera década de publicaciones monográficas y nos acerca los textos que colmaron la imaginación de los lectores europeos y americanos durante más de un siglo. Ante los investigadores y expertos en la materia caballeresca se abren nuevos horizontes, como el estudio de los Clarianes, los Belianises e, incluso, los Espejos de príncipes y caballeros que dominaron la segunda parte del siglo xvi y las primeras décadas del xvii. Al mismo tiempo, estudios como el de la profesora Luna Mariscal sobre los motivos literarios7 nos permiten entender el proceso creativo de estos autores renacentistas a través de las unidades mínimas de sentido que estructuran el discurso del relato. Gracias a estas contribuciones, México se ha convertido, en los últimos años, junto a España e Italia, en uno de los epicentros académicos de la literatura de caballerías. La labor difusora de estos centros nos augura muchos años de excelencia académica de primer nivel, labor que permitirá —en gran medida— situar este género denodado durante siglos en el lugar que le corresponde dentro de la literatura universal.◊
1 Aurelio González y Axayácatl Campos García Rojas (eds.), Amadís y sus libros: 500 años, México, El Colegio de México, Centro de Estudios Lingüísticos y Literarios, 2009.
2 Aurelio González, Axayácatl Campos García Rojas, Karla Xiomara Luna Mariscal y Carlos Rubio Pacho (eds.), Palmerín y sus libros: 500 años, México, El Colegio de México, Centro de Estudios Lingüísticos y Literarios, 2013.
3 Karla Xiomara Luna Mariscal, Axayácatl Campos García Rojas y Aurelio González (eds.), Zifar y sus libros: 500 años, México, El Colegio de México, Centro de Estudios Lingüísticos y Literarios, 2015.
4 Aurelio González, Karla Xiomara Luna Mariscal y Axayácatl Campos García Rojas (eds.), Lisuarte de Grecia y sus libros: 500 años, México, El Colegio de México, Centro de Estudios Lingüísticos y Literarios, 2017.
5 Aurelio González, Karla Xiomara Luna Mariscal y Axayácatl Campos García Rojas (eds.), El rey Arturo y sus libros: 500 años, México, El Colegio de México, Centro de Estudios Lingüísticos y Literarios, Cátedra Jaime Torres Bodet, 2019.
6 Karla Xiomara Luna Mariscal, Aurelio González y Axayácatl Campos García Rojas (eds.), y Nashielli Manzanilla Mancilla (col.), Claribalte y sus libros: 500 años, El Colegio de México, Centro de Estudios Lingüísticos y Literarios, 2022.
7 Karla Xiomara Luna Mariscal, El motivo literario en “El Baladro del sabio Merlín” (1498 y 1535), México, El Colegio de México, Centro de Estudios Lingüísticos y Literarios, 2017.
* Es licenciado en Humanidades y maestro en Estudios Literarios y Culturales Hispánicos por la Universidad de Alcalá, así como doctor en Literatura Hispánica por la Universidad de Ginebra; institución, esta última, en la que actualmente es asistente en el Departamento de Idiomas y Literaturas Romanas.