
01 Jul Sobre las ilustraciones | Núm. 20
María Sybilla Merian y su Metamorphosis insectorum Surinamensium
ANGÉLICA MORALES SARABIA Y JANA ČERNÁ*
María Sybilla Merian (1647-1717) tenía una formación empírica como dibujante y pintora que le permitió desarrollarse ampliamente en el naturalismo y en el arte, dos ámbitos del quehacer humano que se retroalimentaban en el siglo xvii y entre los que no siempre era fácil establecer fronteras, como bien lo apuntan sus biógrafos.
Merian formó parte de una familia de pintores, grabadores e impresores exitosos en la ciudad de Frankfurt, lo cual, resulta fácil suponer, le permitió entrar en contacto con el mundo de los libros, el arte y el negocio de la impresión de libros desde una edad muy temprana, así como con el aprendizaje en el manejo de materiales, técnicas y procesos vinculados con el taller. Después de casarse con Johann Andreas Graff, Nuremberg también ocupó un papel importante en su trayectoria socioprofesional, ya que, al mudarse ahí con su marido, Merian entró en contacto con el ambiente artístico y científico de la ciudad, enriquecido por figuras tan destacadas como Albrecht Dürer, Joachim Camerarius el joven y Basilius Besler, reconocido por su monumental Hortus Eystettensis. Recordemos que en Nuremberg florecía una importante tradición botánica y farmacéutica. Eso explica que el Hortus Eystettensis se convirtiera en una obra clave y que, por lo mismo, estuviera en la biblioteca de Merian.
La trayectoria socioprofesional de Merian es, en muchos sentidos, extraordinaria, lo que ha contribuido a levantar, alrededor de sus logros, un halo de excepcionalidad. Lo cierto es que Merian se ha convertido en un caso paradigmático dentro de los estudios de la historia cultural de la ciencia, la historia de las mujeres y, por supuesto, los estudios feministas, tal y como lo demostraron Natalie Zemon Davis y Londa Schiebinger. Las contribuciones de Merian en el campo de la entomología y la ilustración científica le brindaron reconocimiento en su época, junto con sus emprendimientos en el comercio de telas estampadas, en donde llegó a innovar en las técnicas de impresión. Actualmente, se han profundizado las investigaciones centradas en sus incursiones como marchante y en el ámbito del coleccionismo, actividades que debemos concebir más en su integralidad que en departamentos estancos, como bien lo apunta José Pardo Tomás.
Las ilustraciones que componen el archivo visual de este número de Otros Diálogos provienen de su obra emblemática Metamorphosis insectorum Surinamensium (1705), considerada, en términos científicos, el más importante de los tres libros que llegó a publicar en vida. Los otros dos se conocen como Blumenbuch I-III (1675, 1677, 1680) y Der Raupen wunderbare Verwandlung und sonderbare Blumennahrung (La oruga, maravillosa transformación y extraña alimentación floral) I, II (1679 y 1683). Es importante mencionar que Der Raupen se pasó por alto durante mucho tiempo, en gran parte porque sólo se publicó en alemán y no fue sino hasta 2021 que se editó una traducción al inglés, por Kay Etheridge. Sin embargo, este libro representa una valiosa fuente de información sobre los métodos de trabajo de campo y de “laboratorio” de Merian.
Metamorphosis insectorum Surinamensium es el resultado de la expedición que emprendió a Surinam en 1699, cuando todavía era colonia holandesa. El clima y las enfermedades tropicales, entre otros problemas, pusieron a prueba su resistencia física y mental. Aun así, mantuvo el viaje hasta 1701, cuando regresó a Ámsterdam, ciudad en la que residía desde tiempo atrás, después de dejar la comunidad de Labadistas, situada en Frisonia Occidental. En el tornaviaje, Merian trajo consigo una cantidad importante de bocetos a color de insectos, plantas, aves y reptiles, algunos de ellos escasamente representados por el naturalismo de la época, como la araña Goliat; también cargó consigo una colección de especímenes de mariposas hermosamente montadas, junto con orugas vivas que, más adelante, le permitieron continuar sus observaciones y realizar dibujos ad vivum. Probablemente contó con el apoyo de su hija Dorotea al formar la colección de naturalia, de la que se tiene constancia de que estaba perfectamente organizada y preservada. Merian había aprendido, antes de su expedición, técnicas en la preparación y conservación de especímenes botánicos y zoológicos, indispensables en el momento de formar su propia colección en Surinam, misma que, más adelante, tendría que vender a varios coleccionistas para financiar la edición de Metamorphosis.
Se realizaron dos ediciones de Metamorphosis en vida de Merian. Después de su muerte en 1717, vendrían otras con cambios importantes en el orden y número de las ilustraciones. Originalmente, de la edición de 1705 se imprimieron sesenta ejemplares, en holandés y latín. La que hoy presentamos en este archivo visual está compuesta de 60 acuarelas, elaboradas en placas de cobre y coloreadas a mano, con la colaboración de sus hijas Johanna Helena y Dorotea María. La clasificación de las plantas corrió a cargo del botánico Gaspar Commelin. Merian profundizó en Metamorphosis en el proceso de transformación de los lepidópteros y logró, como bien lo expresó Londa Schiebinger, ampliar las bases empíricas de la entomología de la época. Sabemos que no fue la primera en pintar plantas, insectos y animales juntos. Eso ya se había dado en la tradición del retrato y la pintura floral de inicios del siglo xvii, como lo podemos observar en las pinturas de Joris Hoefnage, pintor de la corte del emperador Rodolfo II en Praga. Sin embargo, sí podemos atribuirle a Merian ser precursora en el estudio de las relaciones existentes entre estos seres vivos, todo ello apoyado en su extraordinaria capacidad de observación. Merian estudió los insectos desde una perspectiva ecológica para hacer visible la interacción entre plantas, insectos y otros animales; asimismo, profundizó en las formas de alimentación, en el comportamiento y en los ciclos de vida de los insectos, entre otros.
Algunas de sus influencias esenciales fueron de Fiori Diversi, del pintor y grabador francés Nicolás Robert, así como Florilegium, de De Bry. Aun así, Jaya Remond reconoce que Merian demostró una fuerte capacidad en la innovación sobre la base de sus antecesores, pues incorporaba a sus dibujos y pinturas un fuerte sentido de tridimensionalidad, volumen, animación y composición.◊
Bibliografía
Cabré i Pairet, Monserrat, y María Cruz de Carlos Varona (eds.), María Sybilla Merian y Alida Withoos. Mujeres, arte y ciencia en la Edad Moderna, Santander, Editorial Universidad Cantabria, 2018.
Etheridge, Kay, The Flowering of Ecology. Maria Sibylla Merian’s Caterpillar Book, Países Bajos, Brill, 2021.
Rietsma, Ella, Maria Sibylla Merian & Daughters: Women of Art and Science, Los Ángeles, J. Paul Getty Museum Publications, 2008.
Schiebinger, Londa, ¿Tiene sexo la mente?, Madrid, Ediciones Cátedra/Universitat de València/Instituto de la Mujer, 2004.
Wettengl, Kurt (ed.), y María Sibylla Merian, Maria Sibylla Merian (1647-1717). Artist and Naturalist, Berlín, Hatje Cantz, 1998.
Zemon Davis, Natalie, Mujeres de los márgenes. Tres vidas del siglo xvii, Madrid, Ediciones Cátedra/Universitat de València/Instituto de la Mujer, 1995.
* Angélica Morales Sarabia es investigadora en el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México (unam), adscrita al Programa de Investigación Historia de la Ciencia. Es maestra en Historia por la Universidad Iberoamericana y doctora en Historia por la Facultad de Filosofía y Letras de la unam. Es autora de La consolidación de la botánica mexicana. Un viaje por la obra de José Ramírez (1879-1904) (2015).
Jana Černá es investigadora en el Centro de Ciencias Humanas y Sociales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, en Madrid. Hizo sus estudios profesionales en la Facultad de Filosofía y Artes de la Universidad de Bohemia Occidental, en Pilsen, República Checa. Recibió en dos ocasiones la Beca de Excelencia del Gobierno de México, por lo que ha hecho estudios en el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la unam.