¿Se benefician de igual manera los hombres y las mujeres de colaborar con autores famosos? Evidencia de jóvenes economistas

La pregunta que da título al siguiente texto explora los beneficios que puede tener para jóvenes académicos participar como coautores de publicaciones con personalidades de renombre y si existe una diferencia en función de si el joven coautor es hombre o mujer.

 

AURORA A. RAMÍREZ ÁLVAREZ | DIANA TERRAZAS SANTAMARÍA*

 


 

La academia no está exenta de las disparidades de género que se suscitan en una amplia variedad de aspectos, tales como la representación, la compensación, la productividad y el impacto del trabajo. Los dos últimos, medidos por el número de publicaciones y citas que recibe un autor, tienen un efecto importante en su éxito profesional, lo cual se manifiesta, por ejemplo, en ascensos o incrementos salariales.

Diversas investigaciones sugieren que hombres y mujeres con historiales y perfiles similares pueden tener trayectorias laborales muy distintas, que en parte se explican porque cada uno recibe un trato diferente en el mercado laboral o porque se les selecciona automáticamente para ciertos puestos. Lo anterior se agrava y genera más disparidades cuando notamos que en muchas ocupaciones con perfiles altamente calificados, como la profesión económica, existe una mayor tasa de deserción de mujeres que de hombres en todas las etapas de su carrera.

En las universidades e institutos de investigación intensiva, las decisiones para otorgar la titularidad académica generalmente se toman después de un tiempo fijo de prueba (aproximadamente siete años) después de la contratación, en el que se espera que los candidatos muestren un portafolio de publicaciones que indique su productividad e impacto reales y que cumpla las altas expectativas de la comunidad científica.

Las diferencias de género en el impacto de la investigación son de interés primordial para los responsables de la formulación de políticas y para los empleadores, así como para las expectativas de quienes están comenzando su carrera académica, ya que la subestimación de su trabajo podría provocar el abandono de la carrera o la reducción de oportunidades laborales. Resalta el caso de la profesión económica, en la que el número total de mujeres ha aumentado en las últimas décadas, pero su participación en puestos académicos no se ha incrementado en la misma medida.

Los enfoques cuantitativos para evaluar la carrera de un investigador han ganado popularidad debido a que evitan, en gran medida, la discriminación con base en características individuales intrínsecas como el género o la raza. En particular, el uso de métricas de citas que reciben los autores en los comités para evaluación y promoción de académicos ha aumentado la presión para mejorar el impacto de las publicaciones.

Es un fenómeno conocido que un pequeño grupo de autores, a los que llamamos autores supercitados (SC), siempre acumula un número desproporcionado del total de citas. Podemos pensar en estos autores como personajes “famosos” que son ampliamente conocidos en su ámbito y cuyo trabajo tiene un gran impacto.

En este sentido, en una investigación reciente (Dorantes, Ramírez y Terrazas, 2021), analizamos si la coautoría con SC en las primeras etapas de una carrera académica en Economía afecta los resultados futuros (el impacto y la productividad) y si estos resultados son diferentes según el género del o la joven coautora. Pensamos en la etapa inicial de la carrera como los primeros cinco años después de su primera publicación y solamente consideramos a aquellos coautores jóvenes que no eran SC antes de la colaboración y que tuvieron una carrera de publicación de al menos diez años.

La meta principal de la investigación es estudiar si la coautoría con un SC beneficia al joven autor debido al acceso a nuevos recursos y a la utilización más beneficiosa de los medios del SC. Podemos pensarlo como cuando una empresa grande y reconocida colabora con una pequeña para impulsarla o como cuando un cantante famoso apadrina a un joven que está en los inicios de su carrera.

Sin embargo, sabemos que seguramente no todos los jóvenes autores tienen la misma posibilidad de colaborar con un SC y es probable que los que sí lo hayan hecho tengan características diferentes a los no colaboradores. Para poder controlar estas diferencias, utilizamos un proceso de aparejamiento estadístico, mediante el cual buscamos a jóvenes autores con características semejantes y con la única diferencia de que unos sí tuvieron una coautoría con un SC y otros no. De esta manera, creamos grupos de comparación apropiados.

Nuestra hipótesis es que la popularidad del SC puede beneficiar al joven coautor al producir un mayor impacto en comparación con investigadores similares que no son colaboradores. Por otro lado, no necesariamente esperamos encontrar un aumento similar en la productividad de los colaboradores de SC, ya que la influencia de éste puede aumentar la popularidad, pero no la productividad.

En la investigación subsiguiente, usamos una base de datos pública (Research Papers in Economics) para obtener artículos, citas y autores en Economía y aprovechamos la información que nos brinda la red de colaboración entre autores para crear los grupos de comparación. Nuestros resultados indican que las mujeres que colaboraron con un SC se benefician más con respecto a sus colegas femeninas con antecedentes similares que no colaboraron. Este efecto positivo es únicamente sobre el impacto y la probabilidad de ser SC más adelante, pero no sobre su productividad. Los resultados son similares cuando analizamos a los hombres de forma aislada. Un resultado interesante es que no encontramos que los beneficios para jóvenes colaboradores sean diferentes entre hombres y mujeres; es decir, un coautor famoso beneficia de igual manera a ambos.

Vale la pena señalar que no intentamos equiparar la coautoría con la mentoría, ni afirmamos, por ejemplo, que el coautor del SC fue el supervisor de doctorado. Reconocemos que la coautoría puede suscitarse debido a relaciones formales o informales y que la intensidad y duración del contacto puede tener diferentes consecuencias.

Nuestra investigación sugiere que los jóvenes economistas, hombres y mujeres, se favorecen de colaborar al inicio de su carrera con colegas famosos que potencien la visibilidad de su trabajo en una etapa posterior y que en este beneficio no hay distingos de género. Debemos seguir progresando en la construcción de alternativas que permitan a las mujeres permanecer y avanzar en la carrera académica, sobre todo en aquellos campos predominantemente masculinos como la Economía.◊

 


 

Referencia

Dorantes Gilardi, Rodrigo, Aurora A. Ramírez Álvarez y Diana Terrazas Santamaría (2021), “Is there a differentiated gender effect of collaboration with super-cited authors? Evidence from early-career economists” (DT-2021-5), documento de trabajo del Centro de Estudios Económicos, El Colegio de México, agosto de 2021.

 


 

* Aurora A. Ramírez Álvarez es licenciada en Economía por el Instituto Tecnológico Autónomo de México, maestra en Teoría Económica por la misma institución y doctora en Economía por la Universidad de Brown. Desde junio de 2017, es profesora-investigadora en el Centro de Estudios Económicos de El Colegio de México. Sus áreas de especialización son Desarrollo económico, Microeconomía aplicada y Economía política.

Diana Terrazas Santamaría es egresada de Actuaría por la Universidad Nacional Autónoma de México, de la Maestría en Economía por El Colegio de México y del Doctorado en Economía por The University of Essex. Desde mayo de 2017 es profesora-investigadora en el Centro de Estudios Económicos de El Colegio de México.