“Penélope”: el monólogo de Molly Bloom, primera parte

 

JAMES JOYCE / TRADUCCIÓN DE LUZ AURORA PIMENTEL*

 


 

Notas a esta traducción1

 

El monólogo interior, también llamado flujo de conciencia (stream of consciousness), es una extraordinaria técnica de representación de procesos de conciencia, cuyo desarrollo y máximo perfeccionamiento se observa en el Ulises, de James Joyce. Se trata de una técnica que revolucionó la narrativa del siglo xx. Si bien con anterioridad se pueden encontrar manifestaciones incipientes, como es el caso de la novela del francés Édouard Dujardin, Les lauriers sont coupés (1887), es Joyce quien lleva esta técnica a su más acabada expresión estética. Sin duda la incursión en la subjetividad de los personajes había estado ahí siempre, tanto en la narrativa como en el drama, pero habría que subrayar que cuando un personaje entraba en comunicación consigo mismo, lo hacía siempre en forma de soliloquio; es decir, de un discurso que, aun cuando se presupone interior, tiene todas las marcas de la comunicación, de un discurso para otro; es decir, inteligible para el lector o el escucha.

Joyce rompe con la forma del soliloquio como modo de representación de la conciencia e inventa el monólogo interior que hasta hoy lleva su sello distintivo. Por principio de cuentas, se trata de un discurso sin destinatario; por esta sola característica, se elimina la función comunicativa del lenguaje. Ahora bien, esto no va sin consecuencias: al eliminarla, al lector no le queda sino asumir el papel de voyeur: es como abrir las compuertas de la conciencia del otro y sumergirse en el torrente confuso de su pensamiento. Puesto que no hay más destinatario que sí mismo, el monologante no está obligado a dar explicaciones de nada a nadie, ni a ubicar al lector en un contexto definido; tampoco está obligado a aclarar a quién se refiere cuando utiliza los pronombres él, ella, etc. Otro rasgo distintivo, consecuencia última de haber eliminado la función comunicativa, es la sintaxis. Al no tener un interlocutor o destinatario, el monologante no está comprometido con la inteligibilidad; de ahí que la estructura sintáctica se vea considerablemente violentada: el encadenamiento sintáctico ya no es lógico sino asociativo; las fracturas en la frase son constantes y los referentes, ambiguos.

Formalmente estos rasgos distintivos del monólogo interior llevan a Joyce a crear tres variantes que, además, son vehículos de caracterización de los personajes, porque uno es el monólogo interior de Stephen Dedalus, otro el de Leopold Bloom —aunque comparten ciertos rasgos formales— y otro muy diferente, el monólogo interior de Molly Bloom; de hecho, Joyce mismo propone un corte en términos de género: monólogo interior masculino y monólogo interior femenino. Para empezar, tanto el monólogo de Stephen como el de Bloom están narrativamente enmarcados; es decir, alternan dos voces, la del narrador, en tercera persona, y la del personaje, en primera. En ambos casos, el flujo de conciencia se nos presenta con un ritmo constantemente fracturado, como en staccato, por sugerir una metáfora musical. Un fenómeno interesante en esta modalidad es la plasticidad de la voz narradora que, con mucha frecuencia, se mimetiza, por así decirlo, con la mente del personaje. Basta con dar un par de ejemplos. Es notable la delicada prosa poética que acompaña al monólogo de Stephen desde el primer capítulo; incluso hay momentos en que no se sabe bien a bien si una descripción está a cargo del narrador o si es parte del material psíquico de Stephen (sobre todo en “Telémaco” y en “Proteo”). En el caso de Bloom, el narrador es, en general, lacónico y simplemente cumple con las funciones narrativas elementales: dar cuenta de los movimientos y deambulaciones del personaje (sobre todo en “Calipso, “Lotófagos” y “Hades”). Pero en ciertos capítulos, como el de las “Sirenas”, el narrador se mimetiza con el tema y la estructura del capítulo y es él quien nos ofrece los pensamientos, las emociones y las percepciones de Leopold Bloom literalmente fugados en bellas descripciones en las que destaca la sonoridad, la musicalidad del lenguaje verbal.

El monólogo de Molly Bloom difiere considerablemente de estas dos formas. En primer lugar, no está enmarcado narrativamente; la voz en silencio de Molly Bloom se instala dramáticamente desde la primera palabra, “Yes. No hay ningún narrador que la introduzca ni que dé cuenta de sus movimientos exteriores. Todo tiene que quedar integrado en el flujo de su conciencia, todo: lo que siente, lo que piensa, lo que percibe, lo que opina, de lo que se acuerda, pero también sus movimientos exteriores —buscar la bacinica, cambiar de postura—, sus sensaciones interiores —las ganas de echarse un pedo y hacerlo, la regla que le baja y que la indigna, la excitación sexual… No hay narrador que se encargue de dar esa información. Puesto que se trata de una obra de arte verbal, todos los niveles de conciencia, tanto verbales como no verbales, tienen que ser, necesariamente, verbalizados, y Joyce lo hace con una maestría asombrosa. Claro, además reduce, de la manera más natural posible, la movilidad de Molly: es de madrugada y está acostada en la cama, pensando. En segundo lugar, la forma misma del monólogo es, literalmente, fluida; no hay un solo signo de puntuación en las sesenta y tantas páginas que ocupa: no hay comas, ni punto y aparte, ni punto y coma, ni punto y seguido, ni signos de interrogación o de exclamación; es decir, ningún tipo de escansión gráfica que pudiera dar sentido, retroactivamente, a lo que acaba de pensar. El efecto de esta fluidez es notable. A diferencia de los monólogos de Stephen y de Bloom, en el de Molly las frases son más o menos completas, pero el flujo indiferenciado hace que el lector se tambalee constantemente, tratando de decidir si una palabra pertenece a la frase que acaba de leer o inicia un nuevo tren de pensamiento; en otras palabras, el flujo de conciencia es tan desorientador que el lector se ve obligado a hacer, mentalmente, una escansión que le dé sentido a lo que está leyendo.2 Esta escansión implica un corte en ese flujo, un corte que crea, por así decirlo, lagunas de contexto para poder darle sentido a este discurso. Casi podríamos decir que, hasta cierto punto, el lector tiende, si tan sólo por costumbre, a ponerle puntuación mental a este torrente que no termina. Por otra, parte, como tampoco el monólogo de Molly está comprometido con la inteligibilidad, ya que no quiere comunicar su experiencia a nadie, en el flujo de su pensamiento se imbrican los espacios y los tiempos en un solo instante de pensamiento, expresado ya sea como recuerdo, como percepción, como indignación, como deseo, incluso como generalización.

He dicho que en el monólogo interior queda abolida la función comunicativa del lenguaje. Hay, sin embargo, algunas excepciones. Una es el discurso gnómico; es decir, las opiniones y generalizaciones, en tanto que se expresan como un posicionamiento frente al mundo, tienen como destinatario a los otros, desde nosotros/as: “ellos tienen amigos con los que pueden hablar nosotras no tenemos nada”; “porque son tan débiles y llorones cuando se enferman que quieren una mujer para sentirse bien”. En general, a Molly le indigna el ateísmo en un crescendo de rabia tal que acaba siendo conmovedor por ingenuo:

y para los que salen con que no hay Dios yo no daría ni dos centavos por sus conocimientos a ver por qué no crean algo muchas veces le pregunté a él ateos o como se quieran llamar quítense las telagrañas primero y luego ahí andan pidiendo un sacerdote a gritos cuando se están muriendo y por qué por qué porque le tienen miedo al infierno por su mala conciencia ah sí los conozco muy bien quién fue la primera persona en el universo antes de que hubiera nadie que lo hiciera todo quién ah no saben ni yo ahí está…

Otra excepción es el destinatario imaginado, al que también le habla en tono de indignación: “luego dijo que si no era terrible hacerlo ahí en un lugar así no veo nada tan terrible en eso le voy a decir un día no ahorita lo voy a sorprender ajá y lo voy a llevar allí y además le enseño el mismísimo lugar en el que lo hicimos eh qué tal te guste o no te guste cree que nada puede suceder sin que él lo sepa”; o bien, la vehemencia con la que reta, en su imaginación, a su rival operística, Kathleen Kearney, y sus mugrosas niñitas: “bellezas caseras irlandesas yo soy hija de un soldado sí señor y ustedes son hijas de quién zapateros y cantineros perdón calesa pensé que eras carretilla”.

Otro rasgo formal del monólogo es que está dividido en ocho grandes “párrafos”.3 El sentido de tales párrafos no va en el de los dictados por la sintaxis sino por el ritmo del corazón, incluso de la respiración de Molly, quien se está quedando medio dormida. Cada párrafo parece tener un inicio temáticamente significativo: el primero gira en torno a Bloom; el segundo y el tercero en torno a Boylan; el cuarto inicia con la percepción del mundo exterior (el tren); el quinto con el recuerdo de su primer amor; el sexto con una percepción interior (pedos); el séptimo inicia, asimismo, con una percepción o preocupación interior (algo le pasa en los adentros); el octavo comienza en espejo con el primero: si el primero refleja su preocupación por Bloom, el octavo refleja la preocupación simétrica con respecto a su relación con Boylan. En lo que desemboca esta reflexión es en los caminos diversos, subversivos, por los que transita la mente de Molly Bloom. La sola división en ocho grandes párrafos es una estrategia de caracterización, no una forma de estructurar el discurso respetando las reglas de la sintaxis. No hay lógica alguna en la división de estos ocho párrafos, ni siquiera hay una proporción discernible en la cantidad de páginas asignadas a cada uno.4

Todo, de hecho, incide en la caracterización de esta mujer: la ausencia absoluta de cualquier forma de puntuación, lo errático de la ortografía —sobre todo en el uso de mayúsculas vs. minúsculas—, el extraño uso de los números qua números en vez de su representación discursiva. Es por ello que, en esta traducción, se han respetado todas esas inconsistencias, que no son otra cosa que las veleidades del discurso de la propia Molly. Estoy convencida de que Joyce le hace un guiño al lector para que se imagine que, si Molly escribiera lo que está pensando, lo escribiría exactamente así, con todas sus anomalías idiosincrásicas. De la misma manera, el lenguaje de Molly es un inglés irlandés coloquial, lleno de dichos y majaderías; lleno de errores y excesos. Dime cómo hablas y te diré quién eres. Molly Bloom es una mujer vital —yes—, llena de apetitos y antojos, sensual, enamorada de su cuerpo; pero también es una mujer resentida por su condición de mujer, tanto social como económica; envidiosa (ella puede cantar mejor que la Kearney), ignorante y supersticiosa (todo el monólogo está salpicado de indicios de superstición que afloran en la costumbre que tiene de echarse las cartas por las mañanas); triste y nostálgica (constantemente expresa un sentimiento de soledad y de profunda añoranza por Gibraltar); malhablada y retadora a más no poder; vanidosa e impúdica (se monta en los hombres y los hace sonrojar; es capaz de hacerlo con quien sea y donde sea, hasta en las escaleras del coro de la iglesia); dicharachera y ocurrente; hiperbólica a morir (según ella, el alma de Spinoza está muerta desde hace millones de años). Su lenguaje la lleva por todas las gamas de la emoción. Sí, todo esto está en su peculiar uso del lenguaje, coloquial, poco educado, pero vital. Sí, todo esto está en su discurso; no sólo en el contenido sino en la forma, en las transgresiones a la sintaxis, al léxico, a lo que podríamos llamar con ironía la transgresión al “decoro lingüístico”.

Por todo lo dicho anteriormente, no se puede traducir el monólogo de Molly Bloom al español buscando una corrección gramatical, ni un lenguaje neutral que puedan entender todos los hablantes del español; eso desnaturalizaría a Molly. Tampoco es pertinente buscar la inteligibilidad; esa la tiene que construir el lector (en cualquier idioma, incluso en inglés) creando contextos y referentes a partir de su propia memoria lectora, porque esos contextos y referentes están en el resto del Ulises, en los pensamientos de Leopold Bloom y en la maledicencia de los dublineses.

Nuestra Molly es mexicana y lanza una que otra chingadera, mientras que a las cosas que la fastidian las califica como pinches; tampoco se anda con pudores: ella se pregunta dónde y con quién se vino su marido, no con quién lo hizo. Pero también es una mujer que llega a la poesía en la remembranza de su juventud. Y cuando su memoria se regala con recuerdos gozosos, se intensifica de manera notable el uso de una de las figuras retóricas más emblemáticas de este monólogo: el polisíndeton, figura de la retórica definida como el “empleo repetido de las conjunciones en un texto para dar fuerza o energía a la expresión de aquello que se expresa” (drae). En lo abigarrado del recuerdo, todo se multiplica gozosamente por medio de la conjunción y: y luego… y después:

y las muchachas españolas riéndose con sus mantillas y sus peinetas de teja y las subastas en la mañana los Griegos y los judíos y los Árabes y no sé quién diablos más venidos de todos los rincones de Europa y la calle Duke y el mercado de aves todas cacareando afuera de Larby Sharon y los pobres burros resbalándose medio dormidos y aquellos vagos envueltos en sus capas dormidos a la sombra de las escaleras y las ruedas enormes de las carretas de los toros y el antiguo castillo que tiene miles de años…

Además del polisíndeton, y casi como un bajo-continuo que acompaña todo el monólogo, resalta la recurrencia del adverbio de afirmación . Esto ocurre de manera muy especial en los recuerdos de Gibraltar, como si quisiera hacerlos florecer de nuevo. La apoteosis de esta figura retórica y la del está en el final, en ese punto del tiempo y del espacio en el recuerdo en el que se empalman el primer amante y el marido, cerrando así un bucle amoroso, aunque no sin un dejo de ironía: “y pensé pues bueno da igual éste que cualquier otro”.

Ah y el mar el mar a veces color carmesí como el fuego y los gloriosos atardeceres y las higueras en los jardines de las Alamedas y todas las pintorescas callejuelas y las casas rosas y azules y amarillas y los rosedales y los jazmines y los geranios y los cactos y Gibraltar de niña ahí donde fui una Flor de la montaña cuando me puse la rosa en el pelo como era costumbre de las muchachas Andaluzas o me pondré una roja y cómo me besó al pie de la muralla Mora y pensé pues bueno da igual éste que cualquier otro y luego se lo pedí con los ojos que me lo volviera a pedir que si yo quería decir mi flor de la montaña y primero lo abracé y lo jalé hacia mí para que sintiera mis senos puro perfume y su corazón latía enloquecido y le dije quiero

Sin duda otro bucle se abrirá (Boylan), pero en este último tren de pensamientos, antes de quedarse dormida, se decanta la poesía y la exuberancia de esta mujer; toda su nostalgia por la juventud perdida en el añorado y glorioso Peñón de Gibraltar. En la eclosión de un mundo diverso y pleno, todos los tiempos se empalman; la figura del polisíndeton y la afirmación de la vida, sí, contribuyen al ritmo de urgencia y de exaltación en este apoteósico florecimiento final.5

 

 

Ulises, capítulo 18: “Penélope”6

 

JAMES JOYCE / TRADUCCIÓN DE LUZ AURORA PIMENTEL

 

Sí porque nunca antes se le había ocurrido pedir el desayuno en la cama con dos huevos no desde el hotel City Arms cuando le dio por hacerse el enfermo con una vocecita lánguida dándose ínfulas para hacerse el interesante con esa vieja bruja de la Riordan que él pensó que ya se la tenía ganada y no nos dejó ni quinto todo para sus misas para ella para su alma la avara más grande que nunca existió hasta grima le daba poner 4 peniques para su alcohol alcanforado contándome todos sus achaques con su maldita verborrea sobre la política y los terremotos y el fin del mundo pero antes pedimos un poquito de alegría que Dios nos agarre confesadas si todas las mujeres fueran como ella que despotrican contra los trajes de baño y los escotes claro que nadie querría que ella los usara supongo que era tan piadosa porque ningún hombre hubiera volteado a verla ni dos veces espero nunca ser como ella de milagro no nos obligaba a cubrirnos la cara aunque sin duda era una mujer muy educada y su incesante parloteo sobre el señor Riordan por aquí el señor Riordan por allá bueno me imagino que a él le dio gusto librarse de ella y su perro olisqueando mis pieles y siempre queriendo meterse debajo de mis faldas especialmente entonces y bueno me gusta eso de él que sea educado con las mujeres mayores y con los meseros y también con los mendigos no es orgulloso para nada aunque no siempre si de veras algo serio le estuviera pasando es mejor para ellos irse al hospital donde todo está limpio pero me imagino que tendría que machacárselo durante un mes sí y para acabarla de amolar tendríamos a una enfermera en el hospital que lo tuviera allí hasta que lo echaran o una monja como la foto obscena que tiene que de monja tiene lo que yo sí porque son tan débiles y llorones cuando se enferman que quieren una mujer para sentirse bien si le sale sangre por la nariz Uy qué tragedia y esa mirada agonizante al bajar del tranvía de la ruta circular sur cuando se torció el pie en la fiesta del coro en el Monte Pandeazúcar el día que me puse ese vestido la señorita Stack trayéndole flores marchitas las peores que encontró en el fondo de una cesta lo que fuera con tal de meterse en la habitación de un hombre con su voz de solterona tratando de imaginarse que se estaba muriendo por ella nunca volver a ver tu rostro aunque se veía más viril con la barba un poco crecida en la cama papá era igual además odio poner vendajes y dar medicinas cuando se cortó el dedo del pie con la navaja mientras se rebajaba los callos tenía miedo de que se le infectara la sangre Ah pero si yo estuviera enferma ya veríamos qué atención recibiría claro que la mujer lo oculta para no molestar como ellos sí se vino en alguna parte de eso estoy segura por su apetito en todo caso no es amor si no ya estaría dejando de comer pensando en ella así que o es una de esas palomillas nocturnas si es que estuvo ahí de veras y que la historia del hotel fue un invento un montón de mentiras para ocultar que lo estaba planeando Heinz me entretuvo y a ver a quién más me encontré ah sí me encontré a Menton te acuerdas y a quién más a ver déjame ver a ese carota de bebé lo vi ni tiene tanto tiempo de casado y ya estaba coqueteando con una muchacha en el Myriorama de Poole y le di la espalda cuando se escabulló con cara de culpa ay qué más da pero tuvo el descaro de cortejarme un día que le sirva con esa bocota de todopoderoso y sus ojos de pescado hervido de todos los pendejetes que he conocido y a eso le llaman abogado sólo que odio tener pleitos interminables en la cama o si no es eso si no es alguna putita con la que se enredó o que se levantó a escondidas por ahí si sólo lo conocieran tan bien como yo porque antier estaba garabateando algo una carta o algo cuando entré a la sala para enseñarle la noticia de la muerte de Dignam como si hubiera tenido una corazonada lo cubrió con el papel secante fingiendo que estaba pensando en su trabajo así que muy probablemente era para alguien que cree que cayó en blandito con él porque todos los hombres se ponen así a su edad especialmente ahora que está cerca de los cuarenta les sacan todo el dinero que pueden no hay tonto tan tonto como un viejo tonto y luego el beso de rutina en las nalgas para ocultarlo me importa un comino ahora con quién lo hace o a quién haya conocido así aunque me gustaría saber mientras no los tenga a los dos en mis narices todo el tiempo como esa zorra de la Mary que tuvimos en Ontario Terrace poniéndose postizos en las nalgas para excitarlo ya bastante tengo con el olor que le dejan esas mujeres pintarrajeadas una o dos veces tuve sospechas al pedirle que se me acercara y encontrarle un pelo largo en el abrigo y ni hablar de aquella vez que fui a la cocina y él fingiendo que estaba tomando agua 1 mujer no es suficiente para ellos claro que fue su culpa que las sirvientas se echaran a perder y luego pidiéndome que la dejáramos comer a nuestra mesa el día de la Navidad por favor Ay no gracias no en mi casa robándose las papas y las ostras de a 2 chelines 6 peniques por docena saliendo a ver a su tía por favor vulgar robo eso era todo pero estaba segura de que había algo con ésa soy buena para olerme esas cosas que me dijera no tienes pruebas ésa era su prueba Uy sí a su tía le gustaban las ostras pero le dije lo que pensaba de ella sugiriéndome que me fuera para estar solo con ella no me iba a rebajar a espiarlos el liguero que encontré en su cuarto el viernes que no estaba fue ya el colmo me colmó el plato se le puso roja la cara de coraje cuando la despedí y le adelanté una semana de salario me encargué de eso mejor sin ellas hacer yo misma los cuartos es más rápido si no fuera por la maldita cocinada y sacar la basura de todos modos la eché o se va ella o me voy yo de la casa nomás no lo podía ni tocar de pensar que hubiera estado con esa cochina mentirosa fodonga negándomelo en la cara y canturreando por toda la casa en el W C también porque sabía que estaba bien acomodada sí porque no es posible que se haya aguantado tanto tiempo así que tiene que haberlo hecho en algún lado y la última vez un gran apretón en la mano yendo por el Tolka en la mano se me desliza otra yo nada más le apreté el dorso de la suya así con el pulgar para devolverle el apretón cantando la joven luna de mayo brillando de amor porque sospecha que hay algo entre él y yo no es tan tonto dijo voy a cenar fuera y voy al Gaiety aunque no le voy a dar la satisfacción en todo caso Dios sabe qué diferencia andar con un hombre que no usa eternamente el mismo sombrero viejo a menos que le pagara a algún muchacho guapo para que me lo hiciera puesto que no me lo puedo hacer yo sola un muchachito al que le gustara lo desconcertaría un poquito a solas con él y si estuviéramos le enseñaría mi liguero el nuevo y lo haría sonrojarse nomás de mirarlo seducirlo yo sé lo que sienten los muchachitos con ese vello en las mejillas duro y dale horas jodiendo con pregunta y respuesta que si harías esto aquello y lo demás con el carbonero sí con un obispo sí lo haría porque le conté de algún deán o sería obispo que estaba sentado junto a mí en los jardines del templo de los judíos cuando estaba yo tejiendo esa cosa de lana extranjero en Dublín qué lugar era ése y por aquí y por allá y así sobre los monumentos y me hartó con las estatuas azuzándolo haciéndolo ver peor de lo que es a quién tienes en mente dime en quién estás pensando quién es dime su nombre quién dime quién el Emperador alemán es él sí imagínate que soy él piensa en él lo sientes tratando de hacerme sentir puta nunca lo conseguirá debería darse por vencido ahora a estas alturas de su vida simplemente la ruina de cualquier mujer y ninguna satisfacción fingiendo que le da placer hasta que se viene y luego me vengo yo sola como sea y se te ponen lívidos los labios en fin lo hecho hecho está con todo y el parloteo de la gente sólo es la primera vez luego es rutina lo haces y no piensas más al respecto por qué no se puede besar a un hombre sin casarse con él primero a veces amas como loca cuando sientes que todo te corre tan bonito por el cuerpo que no lo puedes evitar quisiera que algún hombre cualquiera me tomara cuando él esté ahí y me besara entre sus brazos no hay nada como un beso largo y caliente que te baje por el alma que casi te paralice luego odio aquella confesión cuando iba con el Padre Corrigan me tocó padre y qué hay de malo que me tocara dónde y le dije que a la orilla del canal como idiota pero en qué parte del cuerpo te tocó hija mía en la pierna atrás arriba sí fue bastante arriba donde te sientas sí Dios mío no podía decir nalgas para empezar y acabáramos qué más da y tú quién sabe cómo lo dijo no me acuerdo no padre y siempre pienso en el verdadero padre qué tanto quería saber cuando que ya se lo había confesado a Dios tenía una mano regordeta agradable con la palma siempre húmeda no me importaría sentirla ni a él tampoco por el cuello de toro en su alzacuello me pregunto si me reconoció en el confesionario yo podía ver su cara él no claro que nunca volteaba ni dejaba que se le notara con todo tenía los ojos rojos cuando murió su padre están perdidos por una mujer claro que debe ser terrible cuando un hombre llora ellos con más razón me gustaría que me abrazara uno con sus vestiduras y con el olor a incienso que despiden como el papa además no hay peligro con un sacerdote si estás casada se cuidan mucho y luego le dan algo a S. S. el papa como penitencia me pregunto si quedó satisfecho conmigo algo que no me gustó fue que me diera una nalgada cuando se fue tan campante por el recibidor aunque me riera no soy un caballo ni un burro o sí supongo que estaba pensando en lo de su padre me pregunto si está despierto pensando en mi o soñando estoy en su sueño quién le dio esa flor que dijo que había comprado olía a alcohol whisky no ni cerveza negra o a lo mejor ese pegamento dulzón con el que pegan los carteles algún licor me gustaría darle una probadita a uno de esos espesos licores deliciosos verdes y amarillos de  esos que toman los señorones que rondan a las actrices en sus camerinos con sombreros de copa uno que probé un día metiendo el dedo en ese americano que coleccionaba estampillas de ardillas parlanchinas con papá con trabajos se mantenía despierto después de la última vez tomamos oporto y la carne enlatada sabía rico salado sí porque me sentía divina y cansada y me dormí como un tronco en el momento en que me metí en la cama hasta que me despertó ese trueno como si se estuviera acabando el mundo Dios se apiade de nosotros creí que el cielo se estaba cayendo para castigarnos cuando me santigüé y dije un Ave María como esos truenos horribles en Gibraltar y luego vienen y te salen con que no hay Dios y qué se puede hacer más que córrele para acá y córrele para allá no hay nada que hacer un acto de contrición la vela que prendí para el mes de mayo esa tarde en la capilla de la calle Whitefriars ves que me trajo suerte aunque él se burlaría si se enterara porque nunca va a la iglesia ni a misa ni a la congregación dice tu alma no tienes alma adentro solo materia gris porque no sabe lo que es tener alma sí cuando prendí la lámpara porque se debe haber venido unas 3 o 4 veces con esa tremenda y salvaje cosota roja que tiene pensé que la vena o como diablos se llame le iba a estallar aunque no tiene la nariz tan grande después de que me desvestí con las persianas cerradas con las horas que me pasé vistiéndome y perfumándolo y peinándolo como un fierro o una especie de palanca gorda parada todo el tiempo debe haber comido ostras unas cuantas docenas me imagino su voz estaba muy bien para cantar no nunca en toda mi vida había sentido a alguien con eso de ese tamaño para hacerte sentir llena se debe haber comido un borrego entero después qué ideas hacernos así con un gran agujero a la mitad o como un Semental metiéndolo a fondo porque es todo lo que quieren de ti con esa mirada insistente y brutal tuve que entrecerrar los ojos aunque igual ni tiene tanta leche cuando lo obligué a salirse y a venirse encima de mí considerando lo grande que lo tiene más vale así en caso de que no se haya lavado bien la ultima vez que lo dejé venirse adentro bonita invención que hicieron para las mujeres para él es todo el placer pero si alguien les diera una probadita sabrían lo que pasé con Milly nadie creería cómo le ayudé a que le salieran los dientes y el marido de Mina Purefoy no me cuentes vanidoso desgraciado cargándola con un bebé o con gemelos cada año puntualito oliendo siempre a bebé al que llamaban budgers o algo por el estilo era como negrito con el pelo hirsuto ay Jesusito qué haremos con este negrito la última vez que estuve ahí había un ejército cayéndose uno encima del otro pegando tantos gritos que te dejaban aturdida se supone que eso es muy sano no están satisfechos hasta que nos inflan como elefantes o no sé qué y qué tal que me arriesgo a tener otro no con él aunque igual si estuviera casado seguro tendría un hijo fuerte pero no estoy segura de que Poldy no tenga más agallas sí eso estaría genial me imagino que fue porque se encontró con Josie Powell y el funeral y pensar en mí y en Boylan lo que lo excitó bueno pues que piense lo que quiera ahora si eso le gusta yo sé que se estaban manoseando un poquito cuando yo aparecí en escena bailando sentado con ella afuera aquella noche de la inauguración de la casa de Georgina Simpson y luego ay que me tragara eso de que él no quería dejarla como florero y por eso tuvimos el agarrón sobre política él empezó no yo cuando dijo que Nuestro Señor era un carpintero hasta que me hizo llorar claro una mujer es tan sensible por cualquier cosa estaba furiosa conmigo misma después por ceder sólo que sabía que estaba perdido por mí y que el primer socialista era Él dijo estaba furiosa con él por no poder hacerlo enojar aunque sabe una bola de cosas de esto y de aquello especialmente sobre el cuerpo y los adentros yo siempre quise estudiar eso por mi cuenta en el manual del médico de cabecera siempre podía oír su voz hablando cuando el salón estaba lleno de gente y lo observaba después fingí frialdad con ella por él porque siempre estaba medio celoso cuando me preguntaba con quién vas y le decía que con Floey y me regaló los poemas de Byron y los tres pares de guantes con eso se acabó el pleito con qué facilidad podía yo hacer que nos reconciliáramos yo sé cómo lo haría incluso suponiendo que se enredara con ella otra vez y que la viera en algún lugar lo sabría si se negara a comer cebolla yo sé de muchos modos de pedirle que me acomode el cuello de la blusa o tocarlo con el velo y los guantes al salir 1 beso entonces los pondría a girar sin embargo bueno ya se verá que se vaya con ella claro ella encantada de fingir que está locamente enamorada de él eso no me importaría tanto nomás la iría a ver y le preguntaría lo quieres la miraría fijamente no me podría engañar pero él sí se podría imaginar que la ama y declarársele con toda su palabrería hueca un poco como lo hizo conmigo aunque me costó un trabajo endemoniado sacarle la declaración aunque me gustaba por eso porque eso me mostraba que se podía contener y no le decía que sí a cualquiera estaba a punto de declarárseme también esa noche en la cocina cuando estaba yo paloteando la masa para el pastel de papas hay algo que quiero decirte pero lo detuve haciendo como que estaba de malas con las manos y los brazos en la masa en todo caso se me fue la lengua la noche anterior hablando de sueños así que no quería que supiera más de lo que le convenía la Josie siempre me estaba abrazando cuando él estaba ahí con dedicatoria para él claro restregándose conmigo y cuando dije que me lavaba de arriba abajo lo más posible y me preguntó te lavaste lo posible las mujeres siempre duro y dale con eso cuando él está ahí lo saben por su mirada maliciosa parpadeando un poquito fingiendo indiferencia cuando salen con algo así típico de él eso lo echa a perder todo y no me sorprende para nada porque era muy guapo en esa época tratando de parecerse a Lord Byron que le dije que me gustaba aunque era demasiado guapo para ser hombre y sí antes se parecía un poquito nos comprometimos más tarde aunque a ella no le gustó tanto el día en el que me dio un ataque de risa a carcajadas y no podía parar y mis pasadores se caían uno tras otro con aquella cabellera que yo tenía siempre estás de muy buen humor me dijo sí porque la atormentaba porque sabía lo que quería decir porque yo le contaba bastante de lo que pasaba entre nosotros no todo pero lo suficiente para que se le hiciera agua la boca pero no era mi culpa después de que nos casamos ya ni su sombra qué será de ella en qué se habrá convertido después de vivir con ese marido suyo medio pirado estaba avejentada y demacrada la última vez que la vi debe haber tenido un pleito con él porque vi inmediatamente que estaba tanteándome para platicar de maridos y así poder hablar de él para ponerlo por los suelos qué fue lo que me dijo Ah sí que a veces se acostaba en la cama con las botas puestas y enlodadas cuando le pica el gusanito imagínate tener que meterte en la cama con un tipo así que ay que te podría asesinar en cualquier momento qué hombre bueno pues no es la única manera de enloquecer de todos modos Poldy haga lo que haga siempre se limpia los pies en el tapete cuando llega llueva truene o relampaguee y siempre se lustra los zapatos también y siempre se quita el sombrero cuando alguien se le acerca en la calle como entonces y ahora ahí anda en chanclas en busca de 10000 libras y todo por una postal Up úpala Ay Madre Mía a poco una cosa así no te llevaría hasta la extinción tiesa de aburrición de veras tan idiota que ni siquiera se puede quitar las botas preferiría morirme 20 veces seguidas antes que casarme con otro de su sexo claro que nunca encontraría otra mujer como yo que lo aguante como yo que me conozca que llegue a dormir conmigo sí y él lo sabe también en el fondo de su corazón ahí está esa señora Maybrick que envenenó a su esposo por qué me imagino que por amor a otro hombre sí traía con ella el veneno se lo encontraron no era una verdadera canallada ir a hacer eso claro que algunos hombres pueden ser horriblemente exasperantes te vuelven loca y siempre con el peor insulto en la boca para qué nos piden que nos casemos con ellos si somos tan malas como dicen y si a esas vamos sí porque no pueden arreglárselas sin nosotras Arsénico blanco le puso en el té que le hizo con papel matamoscas ni me pregunto por qué se llama así si le preguntara diría que viene del Griego y me dejaría en las mismas debe haber estado perdida por el otro tipo para arriesgarse a que la ahorcaran O ni le importó si esa era su naturaleza qué podía hacer además no son tan brutos como para andar ahorcando a una mujer o sí

son todos tan diferentes Boylan hablando de la forma de mi pie que lo notó aún antes de que nos presentaran cuanto estaba yo en el D B C con Poldy riéndonos y tratando de escuchar meneando el pie los dos ordenamos 2 tés con pan blanco y mantequilla lo vi mirando con sus dos hermanas solteronas cuando me levanté y le pregunté a la muchacha dónde estaba el ya sabes qué ya me estaba haciendo y con esos calzones largos negros y apretados que él me obligó a comprar y que toma media hora bajártelos ya estaba toda mojada siempre con algo nuevo de última moda cada dos semanas una meada tan larga que se me olvidaron mis guantes de ante en la tapa del excusado nunca los recuperé alguna vieja ladrona se los llevó y él quería que pusiera un anuncio en el Irish times perdí mis guantes en el baño de damas del D B C de la calle Dame quien los encuentre devolverlos a la señora Marion Bloom y vi sus ojos en mis pies al salir por la puerta giratoria me estaba mirando cuando volteé a verlo y fui allí a tomar el té 2 días después con la esperanza de que estuviera pero no estaba ay cómo lo excitaba porque los cruzaba cuando estábamos en el otro cuarto primero dijo que los zapatos estaban demasiado ajustados para caminar mi mano también es bonita si tan sólo tuviera un anillo con la piedra de mi mes una hermosa aguamarina se lo voy a sacar y un brazalete de oro a mí no me gusta tanto mi pie pero de todos modos hice que se viniera con mi pie la noche después del concierto fallido de los Goodwins hacía tanto frío y tanto viento qué bueno que teníamos ese ron en la casa para hacer ponche caliente y todavía no se apagaba el fuego cuando me pidió que me quitara las medias acostados en el tapete de la chimenea en la calle de Lombard poniente y otro día quería que me metiera con las botas enlodadas en todas las boñigas de caballo que pudiera encontrar pero claro que él no es natural como el resto del mundo que yo qué dijo que yo podía darle 9 puntos de 10 a Katty Lanner y ganarle eso qué quiere decir ya ni me acuerdo qué le pregunté y dijo que porque acababa de pasar el de las últimas noticias y el hombre de cabellos rizados en la cremería de Lucan que es tan educado creo que he visto su cara antes en alguna parte me fijé en él cuando estaba saboreando la mantequilla así que me tomé mi tiempo también Bartell DArcy del que se burlaba cuando empezó a besarme en las escaleras del coro después de que yo canté el Ave Maria de Gounod qué estamos esperando Ay amor mío bésame en plena frente y parte mi parte morena será era muy caliente a pesar de su voz tan aguda habrá de creerse que enloquecía con mis notas bajas me gustaba cómo movía la boca para cantar luego dijo que si no era terrible hacerlo ahí en un lugar así no veo nada tan terrible en eso le voy a decir un día no ahorita lo voy a sorprender ajá y lo voy a llevar allí y además le enseño el mismísimo lugar en el que lo hicimos eh qué tal te guste o no te guste cree que nada puede suceder sin que él lo sepa no tenía ni idea de quién era mi madre hasta que nos comprometimos si no no le habría salido tan barata él es 10 veces peor y bueno suplicándome que cortara un pedacito de mis calzones y se lo diera eso fue aquella noche que estábamos caminando por la plaza Kenilworth me besó en el ojillo del guante y me lo tuve que quitar haciéndome preguntas si le estaba permitido inquirir sobre la forma de mi recámara así que se lo dejé como si se me hubiera olvidado cuando vi que se lo guardó disimuladamente en el bolsillo claro que está loco con el tema de los calzones eso se ve a leguas siempre mironeando a esas desvergonzadas en bicicleta con las faldas que se les suben con el aire hasta el ombligo hasta cuando Milly y yo estábamos con él en una fiesta de caridad al aire libre una fulana vestida de muselina color crema de pie frente al sol para que se le viera hasta el último átomo que traía puesto cuando me vio siguiéndolo por detrás en plena lluvia pero lo vi antes de que él me viera parado en la esquina de Harolds cross con su bufanda de colores Gitanos para realzar el color de su tez y el sombrero café con su cara de ladino como siempre qué andaba haciendo allí donde nadie lo llama ellos pueden ir y pescar lo que quieran de cualquier cosa con faldas y nosotras no tenemos que hacer preguntas pero ellos sí quieren saber dónde estabas a dónde vas sentí cómo venía escondiéndose de mí con los ojos clavados en mi nuca había estado evitando la casa porque sentía que las cosas estaban que ardían así que medio volteé y me detuve luego me estuvo enchinchando para que le dijera que sí hasta que me quité el guante mirándolo fijamente dijo que mis mangas caladas eran muy frías para la lluvia cualquier pretexto para meter su mano en mis calzones calzones todo el bendito tiempo hasta que le prometí darle los del figurín para que los trajera en el bolsillo del chaleco O María Santísima qué tonto tan tonto chorreando bajo la lluvia tenía una espléndida dentadura me daba hambre nomás de verlos y me suplicó que me levantara las enaguas plisadas color naranja que traía que no había nadie dijo que se hincaría en el agua si no me las levantaba tan insistente que seguro lo iba a hacer aunque arruinara su impermeable nuevo nunca sabes con qué aberraciones te van a salir cuando están solos contigo lo desean con tanta furia y si alguien pasaba así que me las levanté tantito y le toqué el pantalón por fuera como se lo hacía a Gardner más tarde con la mano del anillo para evitar que hiciera algo peor donde había demasiada gente me moría por ver si estaba circuncidado él temblando como gelatina de pies a cabeza quieren hacerlo todo demasiado rápido le quitan todo el placer y mientras papá esperando su cena me dijo que dijera que se me olvidó la bolsa en la carnicería y que tuve que regresarme por ella qué Embustero luego me escribió esa carta con todas esas palabrotas con qué cara podía ver a cualquier mujer después de sus modales tan educados creando una situación tan embarazosa después cuando nos vimos preguntándome te ofendí y yo mirando al suelo claro que se dio cuenta de que no estaba ofendida es muy listo no como el otro idiota de Henny Doyle siempre rompiendo o rasgando algo en las charadas odio un hombre con mala suerte y que si yo sabía lo que significaba claro que tuve que decir que no por educación no te entiendo le dije y no era natural claro que sí lo es cuando estaba en Gibraltar estaba escrita con el dibujo de una mujer en una pared con esa palabra que no pude encontrar en ningún lado si no fuera por los niños demasiado pequeños para ver eso luego me escribía una carta todas las mañanas a veces dos al día me gustaba cómo me hacía el amor entonces sabía cómo tomar a una mujer cuando me mandó 8 amapolas grandes porque el mío era el día 8 luego yo escribí la noche que me besó en el corazón en el Dolphins Barn no podría describirlo simplemente lo sientes como nada en este mundo pero nunca supo abrazar bien como Gardner espero que venga el lunes como dijo a la misma hora las cuatro detesto a la gente que llega a todas horas abres la puerta crees que son las verduras y resulta que es alguien y estás toda desvestida o con el viento se abre la puerta de la cocina tirada y cochina el día que el viejo caradehielo del Goodwin me vino a visitar para invitarme al concierto en la calle de Lombard y yo acabando de comer toda sofocada y agitada por estar haciendo el maldito cocido ni me mire profesor tuve que decirle estoy hecha un asco sí pero él un verdadero caballero a su modo imposible ser más respetuoso no hay nadie que diga que no estás hay que mirar por la rendija de la persiana como el mensajero de hoy primero pensé que me iba a plantar me manda el oporto y los duraznos primero y yo ya empezaba a bostezar de nervios pensando que me iba a tomar el pelo cuando reconocí su tattarrattat en la puerta se le debe haber hecho un poco tarde porque fue como las 3 y 1/4 cuando vi a las 2 niñas Dedalus saliendo de la escuela nunca sé qué hora es hasta el reloj que me regaló nunca funciona bien quisiera que lo revisaran cuando le eché el penique al marinero cojo por Inglaterra hogar y belleza cuando estaba yo silbando hay una muchacha encantadora que yo amo y ni siquiera me había puesto el fondo entero limpio ni me había polveado ni nada luego de hoy en ocho tenemos que ir a Belfast qué bueno que él tiene que ir a Ennis el aniversario de su padre el 27 no sería agradable que él viniera qué tal que nuestros cuartos en el hotel fueran contiguos y que estuviéramos haciendo cositas en la cama nueva no podría yo decirle que parara y me dejara en paz con él en el cuarto de al lado o a lo mejor un pastor protestante con tos golpeando la pared entonces sí que nunca creería al día siguiente que no habíamos hecho nada está bien a un marido pero a un amante no se le puede engañar después de que le dije que nunca hacíamos nada claro que no me creyó es mejor que vaya donde va además siempre pasa algo con él aquella vez que íbamos al concierto Mallow en Maryborough que ordena una sopa hirviendo para los dos luego que suena la campana y ahí se va por la plataforma con la sopa regándose por todos lados tomándosela a cucharadas qué poca vergüenza y el mesero corriendo tras él haciendo un papelón gritos y confusión para que arrancara el tren pero él no quería pagar hasta que se acabara la sopa los dos caballeros en el vagón de 3ª clase dijeron que tenía razón y vaya si la tenía es tan tozudo a veces cuando se le mete algo entre ceja y ceja y qué alivio que logró abrir la puerta del vagón con su navaja si no nos hubieran llevado hasta Cork capaz que lo hicieron para vengarse de él Ay me encanta hacer excursiones en tren o en coche con deliciosos y suaves cojines me pregunto si me va a comprar un boleto de 1ª clase porque a lo mejor se le antoja hacerlo en el tren y le da al guardia una propina bueno Ah pero supongo que habrá los idiotas de siempre mirándonos boquiabiertos más estúpidos no pueden ser había un hombre excepcional un trabajador común y corriente que nos dejó solos en el vagón ese día que fuimos a Howth me gustaría encontrarle algo 1 o 2 túneles tal vez luego hay que ver por la ventana sería más bonito de regreso y qué tal que no regresara nunca dirían que me fugué con él eso te lanza al estrellato el último concierto en el que canté en dónde hace más de un año cuándo fue en la sala Santa Teresa de la calle Clarendon mugrosas niñitas impertinentes que cantan ahí ahora como la Kathleen Kearney y otras de su calaña por culpa de que mi papá estaba en el ejército y de que canté en el papel del mendigo distraído y de que traía el broche por Lord Roberts cuando que tenía yo todo el mapa de Irlanda en la cara y que Poldy no era lo suficientemente irlandés a poco fue él quien arregló todo esta vez no me sorprendería igual que me puso a cantar en el Stabat Mater diciendo por todos lados que le estaba poniendo música a Guíame Luz Bondadosa yo lo convencí de hacerlo hasta que los jesuitas se enteraron de que era un masón aporreando el piano con Guíame copiado de alguna ópera vieja sí y últimamente andaba por ahí con algunos de esos revoltosos del Sinner Fein o como se llamen hablando de tonterías y basura como siempre dice que ese hombrecito sin cuello que me enseñó es muy inteligente Griffiths el hombre del futuro pues será pero no lo parece es todo lo que puedo decir igual debe haber sido él sabía que había un boicot odio que hablen de su política después de la guerra esa de Pretoria y Ladysmith y Bloemfontein donde Gardner lugartenie Stanley G 8º B 2º Rgto del este de Lancashire de fiebre tifoidea era un hombre adorable vestido de caqui justo la altura perfecta por encima de la mía seguro que era valiente también me dijo que yo era preciosa la noche que nos besamos de despedida en la esclusa del canal mi hermosura irlandesa estaba pálido de ansiedad porque se iba o porque nos iban a ver desde la carretera no se podía parar bien y yo estaba tan caliente como nunca me he sentido ya podían haber firmado su paz desde el principio o que el viejo oom Paul y el resto de los pinches Krugers fueran y se pelearan entre ellos en vez de alargarla años matando a diestra y siniestra a todos los hombres guapos con su fiebre si tan sólo le hubieran dado un tiro decente no estaría tan mal me encanta ver un regimiento pasando revista la primera vez que vi la caballería española en La Roque fue muy lindo después de mirar al otro lado de la bahía desde Algeciras todas las luces del peñón como luciérnagas o esos simulacros de batallas en los 15 acres la Guardia Negra con sus faldas escocesas marcando el paso en la marcha después del 10º de húsares bajo las órdenes directas del príncipe de Gales o los lanceros Ah los lanceros son espléndidos o los de Dublín que conquistaron su padre hizo fortuna vendiéndoles caballos a la caballería bueno pues ya me podía haber comprado un buen regalo allá en Belfast después de todo lo que le he dado tienen lino muy hermoso allá o uno de esos kimonos bonitos tengo que comprar una bola de naftalina como la que tenía antes para ponerla en los cajones sería emocionante ir de compras con él comprar esas cosas en una ciudad nueva mejor dejo este anillo aquí hay que estarle dando vuelta y vuelta para que pase el nudillo si no capaz que lo pregonan por todo el pueblo en sus periódicos o me echan encima a la policía pero pensarían que estamos casados Ay que se vayan todos a la chingada para lo que me importa tiene bastante dinero y no es un hombre que se quiera casar así que más vale que alguien le saque lo que pueda si pudiera averiguar si le gusto o no me vi medio deslavada cuando me miré en el espejito de la polvera un espejo nunca te da la expresión además me aplasta todo el tiempo con los huesotes de su cadera es muy pesado también con su torso peludo en este calor siempre tiene una que estar abajo estaría mejor que me lo metiera por detrás como me dijo la señora Mastiansky que le hacía su marido como los perros y sacar la lengua todo lo que pudiera y él tan mansito y calladito con su laúd tingarín cómo se puede estar al día con los hombres y lo que se les ocurre preciosa tela la del traje azul que traía y la corbata a la moda y los calcetines con las cosas de seda azul cielo seguro es rico se ve en el corte de su ropa y ese reloj tan pesado pero estuvo de un genio endemoniado durante unos minutos cuando regresó con las últimas noticias rompiendo los boletos y echando maldiciones porque perdió 20 libras dijo que había perdido contra un fuereño que fue el que ganó y la mitad la puso por mí por culpa del tip que le dio Lenehan maldiciéndolo y mandándolo al fondo del infierno ese gorrón se andaba pasando de la cuenta conmigo después de la cena de Glencree al regreso con todos los interminables tumbos por la montaña de la cama de plumas después de que el Alcalde me miró con ojos lascivos Val Dillon ese bárbaro entonces fue que me fijé en él a la hora del postre cuando estaba abriendo las nueces con los dientes deseé tanto haberle dado hasta la última mordida al pollo que tenía en los dedos estaba tan sabroso y dorado y tan jugoso como pocos sólo que no quería comerme todo lo de mi plato esos tenedores y cuchillos de pescado eran de plata de ley cómo me gustaría tener unos fácilmente me pude haber guardado un par disimuladamente en el manguito mientras jugaba con ellos siempre pendientes dependiendo de ellos en un restaurant por el dinero de los mendrugos que te tragas tenemos que agradecerles la pinche taza de té como un gran cumplido que hay que hacer notar cómo está dividido el mundo en todo caso si así van las cosas quiero por lo menos otras dos camisolas finas para empezar y pero no sé qué clase de calzones le gustan creo que no le gustan ningunos no dijo sí y que la mitad de las muchachas en Gibraltar nunca los usan o desnudas como Dios las creó aquella Andaluza cantando su Manola no guardaba mucho el secreto de lo que no traía sí y el segundo par de medias de seda artificial ya se me corrieron después del primer día de uso se las pude haber regresado a Lewers hoy en la mañana y hacerles un escándalo y obligarlos a que me las cambiaran pero no quería agitarme y correr el riesgo de toparme con él y arruinarlo todo y quisiera uno de esos corsés ajustados como guante de cabritilla de los que anuncian baratos en La Dama Elegante con elástico firme en las caderas él guardó el único que tengo pero eso no sirve qué decían que te hacen una silueta preciosa 11/6 disimulando esa desagradable apariencia de amplitud en la espalda baja para reducir las lonjas tengo la panza un poco grande tendré que dejar la cerveza en la cena o será que me estoy aficionando a ella demasiado la última que mandaron de ORourke estaba aguada como un caldo bien que se hace rico Larry el facilón lo llaman el miserable paquetito que mandó en Navidad un pastel campesino sin betún y una botella de pura bazofia que nos quería hacer pasar como vino tinto nos lo quiso enjaretar porque nadie se lo quería tomar que Dios lo perdone por tacaño no vaya a morirse de sed o a lo mejor tengo que hacer algunos ejercicios de respiración servirá ese adelgazante no vaya yo a exagerar las flacas no están de moda ahora ligueros tengo los color violeta que me puse hoy es todo lo que me compró con el cheque del día primero Oh no también la loción para la cara que me acabé ayer me dejaba la piel como nueva le dije una y otra vez que me la mandara a hacer en el mismo lugar y que no se le olvidara Dios sabe si finalmente lo hizo lo sabré por la botella si no supongo que tendré que lavarme con mi pipí como caldo de res o sopa de pollo con un poco de ese opopónaco con violeta que creí que se estaba empezando a hacer áspero o un poco rancio la piel de abajo es mucho más fina donde se despellejó ahí en mi dedo después de la quemadura lástima que no sea toda igual y esos cuatro míseros pañuelos como de a 6 chelines por docena cómo se puede vivir en este mundo sin estilo si todo se va en la comida y en la renta cuando lo tenga juro que lo voy a despilfarrar por todos lados con gran elegancia siempre quiero echarle un puñado de té a la olla y no andar de cuentachiles si me compro un mugroso par de zapatones te gustan estos zapatos nuevos sí de veras eran nuevos no tengo nada de ropa el traje café la falda y la chaqueta y el que está en la tintorería 3 eso es lo que se merece una mujer cortando este sombrero viejo y parchando el otro los hombres ni te voltean a ver y las mujeres te pisotean porque saben que no tienes un hombre y luego con todas las cosas poniéndose más caras cada día para los 4 años más de vida que me quedan antes de los 35 no tengo cuántos años tengo cumplo 33 en septiembre será qué Ay bueno mira a la Galbraith es mucho mayor que yo la vi cuando salí la semana pasada su belleza está en decadencia era una mujer preciosa con una magnífica cabellera que le llegaba a la cintura echándola para atrás como esa Kitty OShea en la calle Grantham lo 1º que hacía en las mañanas era verla enfrente peinándosela como si estuviera enamorada de su cabellera y me dio mucha tristeza haberla conocido el día anterior a que nos fuéramos y aquella señora Langtry el Lirio de Jersey de la que el príncipe de Gales estaba enamorado supongo que es un hombre como cualquier otro excepto por el nombre de rey todos están hechos igual excepto el de un negro eso me gustaría probar era una belleza hasta qué edad hasta los 45 hubo una historia rara de un marido viejo celoso cómo iba un cuchillo para ostras él fue no él la obligó a ponerse algo de hojalata alrededor de su cuerpo y el príncipe de Gales sí él tenía el cuchillo para ostras no puede ser una cosa así es como esos libros que él me trae las obras del Maese François alguien que supuestamente era un sacerdote se trataba de un niño que nació de la oreja de su madre porque se le salieron las tripas por el culo bonita palabra para que un sacerdote la escriba y su c–o como si cualquier idiota no supiera lo que significa me chocan los fingimientos con esa cara de sinvergüenza que se trae cualquiera puede darse cuenta de que no es cierto y esa Ruby y Bellas Tiranas que me trajo dos veces me acuerdo que cuando llegué a la página 50 la parte en la que lo cuelga de un gancho con una cuerda para flagelarlo seguro que ahí no hay nada para una mujer puros inventos eso de que él bebía champán de su zapatilla después del baile como el niño Jesús en el pesebre en Inchicore en los brazos de la Santísima Virgen seguro que a ninguna mujer le habrían podido sacar un niño tan grande y al principio pensé que se le había salido del costado porque cómo podía ir al baño cuando quisiera y ella una dama tan rica claro que se sintió honrada de que S A R estuviera en Gibraltar el año que yo nací apuesto a que encontró lirios allí también donde plantó el árbol plantó mucho más que eso en sus tiempos me hubiera plantado la semilla a mí también si hubiera llegado un poco antes entonces no estaría yo aquí debería mandar el Freeman al diablo para los miserables chelines que le saca debería ir a una oficina o algo con sueldo fijo o a un banco donde lo pondrían en un trono a contar el dinero todo el día claro que él prefiere hacer de todo y nada en la casa no se puede una mover sin que estorbe qué planes tienes hoy quisiera aunque fuera que fumara pipa como mi papá para que oliera a hombre o si no ahí está mironeando anuncios a ver si se los plagia o podría haber seguido con el señor Cuffes si no fuera por lo que hizo luego me mandó a mí a tratar de componerlo de parcharlo yo podría haber hecho que lo promovieran hubiera sido el gerente me echó una gran mirada un par de veces al principio estaba tieso como la maldad verdaderamente y en realidad señora Bloom sólo que me sentía miserable por traer ese vestido andrajoso sin buen corte del que perdí los plomos de las colas pero están volviendo a estar de moda lo compré sólo para complacerlo a él aunque supe que no servía por el acabado lástima que cambié de opinión había pensado ir a Tod y Burns como dije y no a Lees es la tienda misma la que me choca con las ventas de ropa usada hurgando en pura basura y detesto también las tiendas de lujo se me paran los pelos de punta pero a mí nada me apaga completamente sólo que él cree que sabe todo sobre la ropa de las mujeres y sobre la cocina metiendo el dedo en el culo de todo arrasando con todo lo que pueda sacar de los estantes para meterlo en el guiso si estuviera atenida a sus opiniones cada maldito sombrero que me pruebo me queda bien sí tómate ésa está bien el que parecía un pastel de bodas que me quedaba a kilómetros de altura sobre la cabeza según él me quedaba muy bien o el de tapa de cacerola que me llegaba a la mitad de la espalda y él en ascuas por la dependienta de aquella tienda de la calle Grafton a la que para mi maldición lo traje y ella lo más insolente que podía ser con su sonrisita sarcástica y él qué pena que le estamos dando tanta lata para eso está ahí pero le quité la risita de los ojos mirándola de arriba abajo él estiradísimo no me sorprende pero cambió la segunda vez que me las vio Poldy terco como siempre como con lo de la sopa pero yo veía cómo se le iban los ojos con mis pechos cuando se levantó a abrirme la puerta no le quedó más que ser amable y acompañarme a la salida créame que lo siento muchísimo señora Bloom sin remarcarlo mucho la primera vez después de que lo insultó a él y a mí que se supone soy su esposa apenas si le sonreí conozco muy bien el poder de mi pecho ya estábamos en la puerta cuando dijo lo siento muchísimo y me canso que sí

sí creo que los hizo un poco más firmes chupándolos tanto tiempo que hasta sed me dio tetitas las llama no me quedó más que reírme sí por lo menos este pezón se pone duro por cualquier cosa lo haré que siga comeré esos huevos batidos con marsala las voy a engordar para él qué son todas esas venas y cosas qué curioso cómo están hechas las cosas 2 del mismo en el caso de los gemelos se supone que representan la belleza puestas allá arriba como esas estatuas en el museo una de ellas fingiendo esconderlo con su mano de veras que son hermosas claro que comparadas con el hombre y cómo se ve con sus dos bolsas llenas y su otra cosa colgándole o parada como perchero apuntándote como un yo acuso no es de sorprender a nadie que se lo escondan con una hoja de col la mujer es pura belleza claro eso es bien sabido cuando dijo que yo podía posar para un cuadro desnuda para un tipo rico en la calle Holles cuando él perdió el empleo en Helys y yo estaba vendiendo ropa y tocando la guitarra en el palacio del café que sería como ese baño de la ninfa con el pelo suelto sí sólo que ella es más joven o más bien me parezco a esa putilla española de la foto que tiene le pregunté si antaño las ninfas iban así y ese asqueroso escocés de la montaña Cameron atrás del mostrador en la carnicería o el otro infeliz pelirrojo detrás del árbol donde antes estaba la estatua del pescado cuando iba pasando fingió que estaba meando sacándosela para que yo la viera con sus falditas de bebé levantadas a un lado eran los soldados al mando de la reina un buen grupo qué bueno que los relevaron los de Surrey siempre quieren enseñártela casi todas las veces un día pasé afuera de un meadero cerca de la estación de la calle Harcourt nomás para comprobar si algún tipo cualquiera trataba de que lo viera como si fuera una de las siete maravillas del mundo Ay y la peste de esos lugares asquerosos aquella noche camino a casa con Poldy después de la fiesta de naranjas y limonadas que dieron los Comeford y que me hicieron sentir tan bien y mojada me metí en 1 de esos hacía tantísimo frío que no me podía aguantar cuándo fue en el 93 el canal estaba congelado sí fue unos cuantos meses después qué lástima que algunos de los Cameron no estuvieran allí para verme en cuclillas en el meadero de los hombres traté de hacer un dibujo de eso antes de romperlo como una salchicha o algo me sorprende que no les dé miedo andar por ahí y que les den una patada por ahí o un golpazo por ahí o algo y sobre esa palabra mete algo con cosas o algo así y me salió con un trabalenguas sobre la encarnación nunca me puede explicar las cosas simplemente para que se puedan entender y luego va y quema el sartén con su Riñón éste no tanto todavía tengo la marca de sus dientes donde trató de morderme en el pezón tuve que gritar no son un horror tratando de lastimarte mis pechos tenían muchísima leche con Milly suficiente para dos cuál es la razón de esto me dijo podría haber ganado una libra a la semana como nodriza toda hinchada aquella mañana en que ese estudiante tan delicado que se estaba quedando con los Citrons Penrose casi me pescó lavándome en la ventana si no es porque me puse la toalla en la cara así estudiaba cómo me dolieron cuando la desteté hasta que logró que el doctor Brady me diera una receta para belladona tuve que ponerlo a que me los chupara estaban tan duros él dijo que era más dulce y espesa que la de vaca luego quería ordeñarme en su té bueno es algo inaudito alguien tendría que meterlo al manicomio si tan sólo recordara la mitad de las cosas y pudiera escribir un libro con ellas las obras de Maese Poldy sí y la piel está mucho más suave debe haber estado chupándolas como una hora estoy segura medido con reloj como si hubiera tenido un bebesote mamándome todo por la boca ése es el placer que sacan de una mujer todavía siento su boca Ay Dios me tengo que estirar ojalá que estuviera aquí o alguien con quien me pudiera dejar ir y venirme otra vez así me siento llena de fuego por dentro o si por lo menos lo pudiera soñar cuando me hizo venir la 2ª vez metiéndome el dedo por detrás me estuve viniendo como 5 minutos abrazándolo con las piernas tuve que abrazarlo después ay Dios quería gritar toda clase de majaderías cógeme o mierda o lo que fuera pero no lo hice para no parecer fea o con esas arrugas por el esfuerzo quién sabe cómo lo tomaría tienes que irte con tiento con un hombre así no todos son como él gracias a Dios algunos quieren que seas delicada noté el contraste él lo hace y no habla lo miré con esos ojos y el pelo un poco suelto después de la revolcada y la lengua entre los labios ofreciéndome a él el bruto salvaje jueves viernes uno sábado dos domingo tres ay Dios no puedo esperar hasta el lunes.◊

[La segunda parte del monólogo de Molly Bloom, de James Joyce, en traducción de Luz Aurora Pimentel, aparecerá en el número 21 de Otros Diálogos].

 


 

1 Ante todo, quiero agradecer la participación entusiasta del grupo de mi seminario de los lunes: Flora Botton, Gabriela Peyron, Marina Fe, Debbi Fischer, Margarita Gasque, Claudia Jiménez, María Teresa Miaja, Jorge Olguín, Emoé de la Parra, Reyna Paniagua, Argentina Rodríguez y María de Lourdes Rodríguez. Agradezco que me hayan acompañado en el proceso de esta traducción, las múltiples sugerencias de traducción y las correcciones que le hicieron al texto. Mi agradecimiento especial también a Margarita Gasque, quien me acompañó a lo largo de interminables revisiones y correcciones.

2 Como un ejercicio de inteligibilidad he producido también una versión escandida de la traducción. Para mí, como traductora, fue necesario hacer cortes que me permitieran crear esas lagunas de inteligibilidad contextual, para yo misma entender antes de traducir. Asimismo, he elaborado una versión didáctica y otra didáctica comentada del monólogo. En estas versiones didácticas he tratado de ir identificando referentes, de traer a la superficie complejos simbólicos profundos, recuerdos imbricados los unos en los otros; en pocas palabras, he tratado de enriquecer la lectura con el comentario.

3 1) p. 871, “Yes because”; 2) p. 880, “theyre all so different”; 3) p. 892, “yes I think he made them a bit firmer”; 4) p. 894, “freeeeeeeeefroonng train somewhere”; 5) p. 900, “Mulveys was the first”; 6) p. 906, “that was a relief”; 7) p. 915, “who knows is there anything the matter with my insides”; 8) p. 923, “no that’s no way for him has he no manners”.

4 Entre el primero y el segundo median 9 páginas; entre el segundo y el tercero, 12; entre el tercero y el cuarto, 12; entre el cuarto y el quinto, 6; entre el quinto y el sexto, 6; entre el sexto y el séptimo, 9 y, finalmente, entre el séptimo y el octavo median 8 páginas.

5 Este final del monólogo de Molly Bloom recuerda —por el uso de la misma figura retórica, el polisíndeton— el final de la experiencia de la magdalena en Proust, en la que todo un mundo surge, con esta misma urgencia y exaltación, de la taza de té del narrador.

6 La edición en inglés utilizada para esta traducción es la última publicada por Penguin; Edición New e. (4 de junio de 2015), disponible en línea, en Kindle y en papel.

 


 

* James Joyce es el máximo escritor irlandés y la cumbre de la vanguardia en lengua inglesa. A más de su obra maestra, el Ulises (1922), son clásicos de la literatura moderna los cuentos de Dublineses (1914), la novela semiautobiográfica Retrato del artista adolescente (1916) y la controvertida novela experimental Finnegans Wake (1939).

Luz Aurora Pimentel es profesora emérita de la Facultad de Filosofía y Letras de la unam. Experta en Shakespeare, Joyce y Proust y particularmente reconocida en México y en el extranjero por sus aportaciones a la teoría literaria y la literatura comparada, es autora del célebre libro El relato en perspectiva: estudio de teoría narrativa (1998).