01 Ene Mantarraya
ADRIÁN MUÑOZ*
Historia molecular
A David Huerta
Hubo entonces un estruendo,
un cristal en la flama, tergiversado
—Que llameó como la voz que dejó a Lot
con una mujer de roca y sal
Testimonio de que a veces
las lluvias también calcinan
—Que ondeó como estandarte de las vísceras
destazadas de una bestia en ascuas
Loba que amamanta a gemelos homicidas
Buscamos en vano
un tribuno ciego, una balanza
Pero dicen que una pitonisa.
sacó a golpes a todos de la plaza
—usureros, cófrades y mirones por igual
Huimos a la costa
Y entonces
Un azul en la playa
Un guiño entre la arena
Una palmada de tinta en la espalda
Una versión nuclear de la voz amiga
Alguien puede llegar, alguna cura
La playa no es un montón de granos disgregados
sino el magma molecular de su amalgama
El optimista
Un día habremos de dolernos.
Te me escurrirás de las manos
como un prístino y fresco hielo
que no pude contener
en la curva de un verano cruel.
Mi voz será un zumbido tenue
en el arrecife de tu oído,
allí donde el silencio lastimará
tus palabras sin interlocutor.
El hueco que tu cuerpo
dejará en mi cuerpo
será un hoyo negro, infierno;
un pozo sin final del que no sabré salir.
Buscarás inútilmente en el aire
un sustituto de mis brazos,
el calor extinto de nuestro gozo:
que el frío nos perdone.
Un día nos dejaremos
solos
con nuestro dolor y nuestro recuerdo.
Pero hoy no.
Hoy somos felices.
Mantarraya sonríe
para que ya no crezca ese hueco frío y amplio
que muta y traga todo lo que no llega
a las repisas a las fotos al cuenco de las manos
* Es profesor-investigador en el Centro de Estudios de Asia y África de El Colegio de México. Ha escrito diversas piezas académicas y literarias. Entre sus libros se encuentran la Historia mínima del yoga (2019), el poemario Palabras que se agolpan en algún rincón del eco (2021) y Primer amor. Antología poética (2022), coeditado con Francisco Segovia y Juan Carlos Calvillo.