Luna lunera

En julio de este año se cumplieron 50 de que Neil Armstrong y Edwin Aldrin pisaran suelo lunar. Su hazaña tuvo un efecto mediático instantáneo: Estados Unidos había vencido a la Unión Soviética en la llamada “carrera espacial”, ese avatar tecnológico de la Guerra Fría. Aunque debe decirse que la actual exploración de Marte se parece más al Programa Luna soviético que al Programa Apolo estadounidense, la hazaña de haber llevado personas a la Luna sigue siendo uno de los hitos del siglo xx. Además, en ese año, el último de los sesenta, hubo otros hechos notables.

 

TOMÁS BOCANEGRA, JOSÉ VALENTÍN ORTIZ Y LA REDACCIÓN DE OTROS DIÁLOGOS *

 


 

I. Cuando tocamos la luna

 

  1. El programa Apolo

 

El programa Apolo de la agencia espacial estadounidense (la famosa nasa) incluyó misiones tripuladas y no tripuladas, unas que sólo orbitaron la Tierra, otras que fueron a la Luna y regresaron, y unas cuantas más que construyeron la estación espacial Skylab o llevaron astronautas a ella. La mayoría de las misiones fueron exitosas, aunque no todas. He aquí algunas de las más notables, de entre las que tuvieron como fin alcanzar la Luna:

Apolo 1: Durante unas pruebas realizadas en tierra, el módulo de comando se incendió. Murieron sus tres tripulantes: Gus Grissom, Edward White y Roger Chaffee.

Apolo 7: Primera misión tripulada del programa. Se probaron los trajes y se realizaron las primeras transmisiones en vivo desde el espacio.

Apolo 8: Primer vuelo tripulado lanzado con un cohete Saturno V. Los astronautas Frank Borman, James Lovell y William Anders fueron las primeras personas en escapar de la gravedad terrestre, orbitar la Luna y ver con sus propios ojos su cara oculta (que se conocía sólo por las fotografías de la sonda espacial soviética Luna 3).

Apolo 9: Primeras pruebas del módulo lunar, aunque en órbita terrestre. Primer atraque activo de los dos módulos (el de comando y el lunar).

Apolo 10: Pruebas de separación y acoplamiento de los dos módulos, esta vez en órbita lunar. El módulo descendió hasta una altura de 15 km sobre la superficie de la Luna y tomó fotografías de posibles lugares de alunizaje.

Apolo 11: Primeros hombres en pisar la Luna. Michael Collins orbitó la Luna en el módulo de comando mientras Neil Armstrong y Edwin “Buzz” Aldrin descendían a la superficie y recogían las primeras muestras del terreno lunar.

Apolo 13: Una explosión en uno de los tanques de oxígeno del módulo de servicio obligó a la tripulación a abortar el tercer alunizaje. El módulo lunar fue usado como cápsula de salvamento y los tres astronautas (James Lovell, Fred Haise y John Swigert) regresaron a salvo a la Tierra.

Apolo 14: Primer alunizaje sobre terreno montañoso.

Apolo 15: Primera misión estadounidense que usó un vehículo en la Luna. La tripulación puso un satélite en órbita lunar.

Apolo 17: Última misión a la Luna. Fue la primera que incluyó en su tripulación a un científico, el geólogo Harrison Schmitt.

En total, el programa Apolo trajo a la Tierra 380 kg de piedras lunares.

El alunizaje fue el primer acontecimiento trasmitido y en directo de forma masiva por radio y televisión. La cifra de espectadores ronda los 600 millones, que por aquel entonces representaban cerca de una quinta parte de la población mundial.

 

  1. El cohete Saturno V que impulsó al Apolo 11

 

Medía 111 metros de altura (incluida la cápsula espacial).

Su peso en el momento del lanzamiento era de 2 900 toneladas.

Tenía tres etapas. La primera era propulsada por cinco motores que tenían un empuje de 3 500 toneladas de fuerza y consumían 8 000 litros de propelentes por segundo, durante dos minutos y medio, para recorrer 70 km y lograr una velocidad de 1 500 metros por segundo; la segunda etapa constaba de cinco motores que consumían hidrógeno y oxígeno líquido durante cerca de siete minutos y situaba a la nave a 174 km de altura; la tercera tenía un solo motor, que se usó en dos momentos de la misión: para situar el Apolo 11 en órbita terrestre, a una altura de 185 km y a una velocidad de más de 28 000 km por hora, y para dirigir la nave en dirección a la Luna.

Durante su lanzamiento se utilizaron cuatro millones de litros de agua para prevenir incendios y evitar que el calor derritiese la estructura del cohete.

 

  1. Lo que el programa nos dejó

 

“Entre 1959 y 1973, la agencia espacial desembolsó 23 600 millones de dólares para avanzar sobre el cuerpo celeste. Esa cifra, según el valor del dólar de 1973 y teniendo en cuenta la inflación, equivale a 131 750 millones de dólares en el mercado actual. Muchos cuestionaron que ese dinero no haya sido destinado para causas humanitarias. Sin embargo, no todos lo consideran un gasto desproporcionado. ‘Explorar el espacio fue una grandiosa inversión’, indicaba Wallace Fowler, profesor de ingeniería aeroespacial en la Universidad de Texas, en un artículo de 2014. Este ingeniero asegura que […] cada dólar gastado en el programa espacial generó un rebote de entre 8 y 10 dólares”.

En 1973 se calculó que existían más de 1 500 procesos tecnológicos y unos 30 000 objetos de la tecnología espacial estadounidense con aplicaciones en la economía civil; entre ellos, motores de avión más silenciosos, sistemas de navegación automatizados y microcircuitos electrónicos (que revolucionarían los aparatos de televisión, de radio y las calculadoras, ahora convertidas en computadoras). La experiencia de la nasa en el monitoreo y cuidado médico de los astronautas permitió el desarrollo de múltiples métodos para mejorar la asepsia en los alimentos, así como el desarrollo de varios aparatos, como el marcapasos y los electrodos biomédicos. En cuanto a la energía, los avances espaciales promovieron el desarrollo de pilas más compactas y con mayor capacidad de almacenamiento y duración (como las de níquel-cadmio, ahora muy populares). El uso de los rayos X para detectar fallas en estructuras y piezas industriales, el procesamiento digital de imágenes y las tecnologías inalámbricas tienen sus antecedentes en las herramientas utilizadas en el programa espacial Apolo. Otros productos o métodos derivados directa o indirectamente de él incluyen:

    • la minicomputadora de 16 bits
    • el procesador Intel
    • la deshidratación y posterior congelación de alimentos (liofilización)
    • los monitores cardiacos tipo reloj
    • los termómetros digitales
    • el horno de microondas
    • el velcro
    • los pañales desechables
    • los sartenes antiadherentes
    • el código de barras
    • el tubo de pasta dental (que, en su caso, contenía alimentos)
    • los tenis deportivos con resortes internos

 

Para una visión más detallada de los métodos y productos tecnológicos derivados de la investigación espacial, puede consultarse Spinoffs, una revista de la nasa que desde 1976 se dedicada justamente a ellos y que ahora cuenta con una versión en línea: https://spinoff.nasa.gov/.

 

  1. Luna roja

 

Puede ser que el programa soviético de investigación lunar (llamado Luna) no fuera tan exitoso y espectacular como el estadounidense (entre otras cosas porque no tuvo como fin llevar personas a la Luna), pero su diseño general está más próximo al de las actuales misiones a Marte, que se basan, como él, en vehículos automatizados que se mueven sobre la superficie extraterrestre manejados desde la Tierra (los llamados rovers). Las misiones soviéticas tuvieron algunos fracasos, pero también algunos éxitos notables. He aquí algunos de ellos:

Luna 1: Primera sonda que envió y recibió datos desde el espacio (1959).

Luna 3: Fotografió por vez primera la cara oculta de la Luna (1959).

Luna 9: Primer aparato en posarse sobre un cuerpo extraterrestre. La sonda envió a la Tierra fotografías de la superficie lunar (1966).

Luna 10: Primer satélite que orbitó la Luna (1966).

Luna 16: Alunizó y volvió a la Tierra con muestras de basalto lunar (1970).

Luna 17: Puso en la superficie lunar el primer rover de la historia, el Lunojod 1, que a lo largo de casi un año recorrió 10 km de la superficie lunar.

Luna 21: Depositó en la superficie lunar el Lunojod 2, que recorrió 32 km, tomó videos y fotografías, y realizó pruebas sobre materia lunar en la propia Luna.

Luna 24: Excavó a dos metros de profundidad y regresó a la Tierra con 170 g de materia lunar.

 

  1. Frases célebres

 

El 20 de julio de 1969, cuando en el meridiano de Greenwich el reloj marcaba las 20:18 (las 15:18 en la Ciudad de México), en el centro de control espacial de la nasa en Houston, Texas, se escuchó la voz de Neil Armstrong, comandante del Apolo 11: “Houston: The Eagle has landed”. El módulo lunar (el Eagle, o Águila) se había posado en una planicie lunar llamada Mar de la Tranquilidad. Más de seis horas después, a las 02:56 de Greenwich (9:56 de la Ciudad de México), Armstrong puso los pies sobre la superficie lunar (primero el izquierdo) y pronunció su famosa frase: “Un pequeño paso para un hombre, un gran salto para la humanidad”. Tras 16 minutos, Aldrin bajó por la escalerilla del Eagle y también plantó los pies en la Luna (ambos al mismo tiempo): “Hermosa vista”, dijo. Luego añadió: “Magnífica desolación”. Menos poético, el tercer hombre que pisó la Luna, Charles Conrad Jr., simplemente exclamó: “¡Yupiiiii!”.

Armstrong siempre dijo que su frase se le había ocurrido espontáneamente mientras esperaba el momento de salir del Eagle y pisar suelo lunar, pero en una entrevista de la bbc para un documental titulado Neil Armstrong. First Man on the Moon, su hermano menor, Dean Armstrong, declaró que él oyó y vio escrita la frase dos semanas antes del lanzamiento del Apolo 11.

El gobierno estadounidense tenía preparado un discurso especial en caso de que el Apolo 11 fracasara. En él, el jefe del equipo que redactaba los discursos presidenciales, Bill Safire, escribió una frase que sin duda hubiera pasado a la historia si el presidente Richard Nixon la hubiese pronunciado en público: “El destino ha querido que los hombres que fueron a la Luna a explorar en paz se quedaran en la Luna a descansar en paz”.

 

  1. Algunos datos curiosos del Apolo 11

 

La tripulación del Apolo 11 viajó a la Luna sin seguro de vida, pues ninguna compañía aseguradora quiso asumir los riesgos. Para remediar esto, un grupo filatélico imprimió unas tarjetas postales que llevaban la firma autógrafa de los tres astronautas. Si la misión fallaba, sus deudos podrían venderlas a los coleccionistas.

Los trajes espaciales de la misión Apolo 11 fueron cosidos a mano en los talleres de la marca de lencería Playtex. Estaban compuestos por 21 capas aislantes hechas de diferentes materiales, como nylon, neopreno, teflón y nomex.

La bandera de la misión Apolo 11 no quedó izada tras la partida de Armstrong y Aldrin. Como la situaron demasiado cerca del módulo lunar, éste la derribó al arrancar sus motores para abandonar la Luna. Quedan en pie otras cinco banderas de misiones posteriores, aunque en ellas ya no se distinguen las barras y las estrellas, blanqueadas por la radiación ultravioleta.

“La casa de subastas Sotheby’s de Nueva York vendió por 1.8 millones de dólares una bolsa con restos de polvo lunar utilizada por Armstrong. La bolsa podría ser la única muestra de material lunar que se encuentra legalmente en manos privadas, ya que la mayor parte del equipamiento del Apolo 11 se conserva en la colección nacional del Museo Smithsonian de Washington, D.C. Debido a un malentendido burocrático, fue ofrecida por error en una subasta pública en febrero de 2015 y terminó en manos de una abogada de Chicago, Nancy Lee Carlson, que la adquirió por 995 dólares. Carlson envió el polvo gris oscuro a la nasa, que verificó su autenticidad y lo confiscó como propiedad del gobierno, ya que la posesión privada de objetos lunares está prohibida. La abogada presentó una demanda y un juez determinó que, al haberla adquirido legalmente, tenía derecho a conservarla”.

Aldrin es el único astronauta que ha celebrado un oficio religioso en la Luna. Pidió permiso a la Iglesia presbiteriana para tomar allá la comunión y llevó consigo unas hostias y un poco de vino.

 

  1. Otros, sobre la Luna

 

La gravedad lunar equivale a ⅙ de la terrestre. Una persona que pesara 45 kilos en la Tierra pesaría 8.05 kilos en la Luna.

Sin traje espacial, en la Luna la sangre herviría instantáneamente.

En la Luna no hay atmósfera, ni aire, ni sonido. En la Luna es imposible silbar.

Ha llegado más gente a la Luna que a las profundidades de los océanos.

La superficie de la Luna es más pequeña que Asia.

La distancia media entre la Tierra y la Luna es de 384 400 kilómetros.

El Sol tiene un diámetro 400 veces más grande que el de la Luna, pero también se encuentra 400 veces más lejos de la Tierra, por lo que se da una coincidencia milagrosa: durante los eclipses solares totales, la Luna cubre exactamente al Sol.

Cada año la Luna se aleja de la Tierra 3.8 centímetros.

Nuestra luna es la quinta en tamaño del Sistema Solar, pero es la más grande en relación con el planeta que orbita (su masa equivale a un cuarto de la masa de la Tierra).

La Luna nació hace 4 600 millones de años, cuando un objeto del tamaño de Marte chocó con la Tierra.

No existe un lado de la Luna que jamás reciba la luz del Sol, pero podemos hablar de un lado oscuro porque, al girar la Luna sobre su propio eje en el mismo tiempo que le toma darle una vuelta a la Tierra, siempre muestra ante ésta la misma cara.

La órbita de la Luna no es un círculo, sino un óvalo.

La superficie lunar alcanza 123°C durante el día, mientras que en la noche (o en su lado oscuro) baja hasta -153°C.

 

II. Alucinar alunizar

 

  1. Combustibles para el viaje

 

En 1941, unos albañiles impermeabilizaban con asfalto un techo en Pasadena, California. Mirándolos hacer esto, Jack Parsons tuvo una revelación: usar el mismo material para impulsar cohetes (y misiles con bombas, desde luego). Fue el comienzo de los propulsores hipergólicos de dos partes que aún usa la nasa. A Parsons, sin embargo, le gustaba viajar impulsado por otros combustibles. En uno de sus poemas dice que entonces vivía “de peyote / marihuana, morfina y cocaína”.

 

  1. Luna amarga

 

Summer Worden y Anne McClain están en mitad de un amargo divorcio. La primera acusa a la segunda, entre otras cosas, de haber entrado ilegalmente a su cuenta bancaria desde una computadora de la Estación Espacial Internacional. La nasa investiga el caso. De comprobarse esta acusación, Anne McClain, quien aún se perfila para ser la primera mujer en pisar suelo lunar, no pasaría a la historia por eso, sino por haber sido la primera persona en cometer un crimen en el espacio exterior.

 

  1. La piedra lunar

 

Esta historia no se trata de “La piedra lunar” —aquel diamante que John Herncastle arrancó a la mala de la frente de una deidad hindú, según cuenta Wilkie Collins en la novela policiaca homónima—, pero también involucra una piedra muy valiosa y una investigación detectivesca: en 2011, la nasa lanzó una operación encubierta contra la viuda de un ingeniero espacial que intentaba vender una piedra traída a la Tierra desde la Luna.

 

  1. Historia literaria selenita

 

Los viajes a la Luna tienen su historia. En el siglo i a.C., Plutarco habló de un pueblo que conocía el camino a la Luna; en el siglo ii d.C., Luciano de Samosata contó que en un viaje a la Luna se enteró de la guerra que libraban los reinos del Sol y la Luna por el control de la estrella de la mañana. Mil quinientos años después, Kepler describió a los habitantes de la Luna, mientras un contemporáneo suyo, John Wilkins, se preguntaba si también los selenitas descenderían de Adán. Cyrano de Bergerac aprendió en la Luna que tanto los terrícolas como los selenitas han sido creados por el mismo dios. En 1809, Washington Irving imaginó una Tierra esclavizada por los selenitas (al modo en que los indios de América eran esclavizados por los europeos) y unos años después Edgar Allan Poe escribió que un tal Hans Pfaall había enviado a la Tierra una carta donde detallaba su viaje a la Luna y que el mensajero que la trajo era un selenita. En un cuento de Hans Christian Andersen, los selenitas se preguntan si la vida en la Tierra es posible y concluyen que no, que no es posible… Después vinieron Julio Verne, H.G. Wells y un largo, larguísimo, etcétera.

 

  1. Lunáticos shakespearianos

 

Cada vez que se menciona la Luna en el Sueño de una noche de verano, algo extraño le pasa al ritmo del verso. Mediante estas irregularidades métricas, Shakespeare subraya que los personajes de su obra están siempre bajo el influjo de la Luna y actúan en consecuencia; es decir, como lunáticos.

 

  1. Un gran salto para los novohispanos

 

En 1773, al Santo Oficio de la Inquisición le llovieron las denuncias contra el padre Manuel Antonio de Rivas, candidato a provincial en las sufridas tierras de Yucatán. Sus cofrades franciscanos lo acusaban de múltiples herejías. Tras las indagaciones del caso, sólo una acusación se mantuvo: la de haber escrito el padre un cuento fantástico (de ciencia ficción, para más datos), quizás el primero del continente americano. Su historia trata de un viaje a la Luna y de un congreso que allá organizan los sabios selenitas para corregir los cálculos que sobre su astro les ha hecho llegar un atisbador lunar yucateco, amigo de un tal Ambrosio de Echeverría. Lo narra el secretario del Ateneo selenita, que da a su escrito un título acaso demasiado largo para los breves 16 folios del texto. Modernizado, se lee así: “Sicigias y cuadraturas lunares ajustadas al meridiano de Mérida de Yucatán por un antíctona o habitador de la luna y dirigidas al bachiller don Ambrosio de Echeverría, entonador que ha sido de kyries funerales en la parroquia de Jesús de dicha ciudad, y al presente profesor de logarítmica en el pueblo de Mama en la península de Yucatán, para el año del Señor 1775”.

 

  1. Zoología selenita

 

“A comienzos del siglo xix, el astrónomo Gruithuisen creyó haber descubierto con su telescopio ciudades, estructuras y canales de los ‘selenitas’. En la tercera década del siglo xix, el astrónomo británico John Herschel realizó observaciones de la Luna con su telescopio. El periodista Richard E. Locke escribió una serie de informes (fantásticos) al respecto, en los que resaltaba el hecho de que los telescopios empleados funcionaban de acuerdo a nuevos principios que permitían ver detalles sobre la Luna con la misma claridad con la que se observan objetos a cien metros. ‘Estábamos totalmente dominados por el asombro […] cuando vimos […] enjambres de grandes criaturas aladas, que parecían aves sin ser pájaros, que lentamente, con movimientos elegantes, descendían desde los acantilados de la parte occidental y se posaban en la llanura […] Desde luego tenían figura similar a la humana […] aunque quizá no tuvieran un nivel tan elevado de desarrollo como los otros, que vimos al mes siguiente al extremo del arcoíris. Estos últimos eran capaces de producir obras de arte y hacer descubrimientos’”.

 

  1. Turismo lunar

 

“No creo, pues, avanzar demasiado diciendo que se establecerán próximamente trenes de proyectiles, en los que se hará con toda comodidad el viaje de la Tierra a la Luna. No habrá que temer choques, sacudidas ni descarrilamientos, y llegaremos rápidamente al término, sin fatiga, en línea recta; y antes de veinte años la mitad de la Tierra habrá visitado la Luna”. Tal escribió Julio Verne en su Viaje a la Luna, publicado en 1865. Pero las cosas no han resultado exactamente así. Es verdad que, 50 años después del primer alunizaje, han aparecido algunas ofertas de turismo lunar, o al menos espacial, tanto de compañías privadas como de agencias estatales, pero todas distan mucho de dirigirse a “la mitad de la Tierra”. Excalibur Almaz y Space Adventures calculan que deberán cobrar unos 150 millones de dólares a cada terrícola que lleven a darle una vuelta a la Luna (sin alunizar) y Golden Spike Company dice que podría cobrar unos 750 millones a los que decidan alunizar. La nasa planea llevar personas a la Estación Espacial Internacional a cambio de un “módico” precio, y Yusaku Maezawa, un rico empresario japonés de 42 años, financia ya parte de la construcción del primer vehículo de turismo espacial desarrollado por Space X, a cuyo viaje inaugural (planeado para 2023) invitará a entre seis y ocho artistas.

 

  1. Octavio Paz y las selenitas

 

Son conocidas las desavenencias entre Octavio Paz y “Las dos Elenas” (por decirlo con el título de un cuento de Carlos Fuentes): Elena Garro, su primera esposa, y la hija de ambos, Elena Paz. Al parecer, fue Tito Monterroso quien en los años sesenta urdió al respecto una broma en la que preguntaba: “¿Ya te echaste ese novelón ruso que se llama La Garro y el Paz?”. Pero tal vez fue también autor de esta otra, acaso más ingeniosa: “¿Sabes por qué Octavio Paz nunca va a ir a la Luna? ¿No? Pues porque les tiene miedo a las selenitas”.

 

  1. En 1969 también…

 

Asumieron el poder: Richard Nixon en Estados Unidos, Golda Meir en Israel, Willy Brandt en Alemania Occidental, Olof Palme en Suecia, Suleimán Demirel en Turquía, Muammar Gaddafi en Libia (mediante un golpe de Estado) y Siad Barre en Somalia (también mediante golpe).

Charles de Gaulle renunció a la presidencia y Georges Pompidou fue elegido como nuevo presidente de Francia.

Yasser Arafat fue elegido presidente del Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina.

En Estados Unidos fueron juzgados y condenados Sirhan Sirhan (asesino de Robert Kennedy) y James Earl Ray (asesino de Martin Luther King). Fueron detenidos, además, Charles Manson y los miembros de su clan, acusados de asesinar a Sharon Tate y a otras cuatro personas.

Jan Palach se prendió fuego a sí mismo en protesta por la invasión soviética a Checoslovaquia. El presidente del país, Alexander Dubcek, fue depuesto y expulsado del Partido Comunista Checoeslovaco, con lo que se dio fin a la llamada “Primavera de Praga”.

Honduras y El Salvador se enfrentaron en la llamada Guerra del Futbol.

En Estados Unidos cundieron las protestas contra la guerra de Vietnam. El ejército estadounidense lanzó una operación encubierta de bombardeos sobre Camboya, pero también comenzó a retirar sus tropas de Vietnam.

El papa Paulo VI eliminó del santoral a 200 santos.

En el Rockville Center de Nueva York se instaló el primer cajero automático.

Se envió el primer mensaje por el arpanet, antecedente del internet.

Se transmitió el primer episodio de Plaza Sésamo.

Pelé anotó su gol número mil.

El Concorde y el Boeing 747 hicieron sus primeros vuelos.

Las dos sondas Mariner enviaron fotografías de la superficie marciana.

Las sondas soviéticas Venera 5 y 6 llegaron a Venus.

Los soviéticos acoplaron dos naves Soyuz en el espacio e intercambiaron exitosamente sus tripulaciones.

En Chihuahua, México, cayó el meteorito Allende.

En el Distrito Federal (hoy Ciudad de México) se inauguró la primera línea del Metro.

En México se promulgó el decreto que establece la mayoría de edad a los 18 años.

Los disturbios ocurridos en Stonewall, Nueva York, marcaron el inicio del movimiento por los derechos de la comunidad lgbt.

Se celebró el mítico Festival de Woodstock, pero también el Concierto de Altamont, cuya violencia marca, para muchos, el final de los años sesenta.

Los Beatles tocaron por última vez en vivo en la azotea de los estudios de emi en la calle londinense de Abbey Road. Frente a ese mismo edificio se reunieron después como grupo, también por última vez, para una sesión con el fotógrafo Ian Macmillan, de la que resultó la famosa portada de su último disco, Abbey Road.

Se publicaron: Portnoy’s Complaint, de Philip Roth; The Godfather, de Mario Puzo; An Unfinished Woman, de Lillian Hellman; Entre la vie et la mort, de Nathalie Serrate; Das Vertrauen, de Anna Seghers; La vita è gioco, de Alberto Moravia; Ortlich Betaubt, de Gunter Grass; Slaughterhouse-Five, de Kurt Vonnegut; Ada, de Vladimir Nabokov.

Samuel Beckett recibió el Premio Nobel de literatura y Alexandr Solzhenitsyn (que lo ganaría al año siguiente) fue expulsado de la Unión de Escritores Rusos.

Se estrenaron (en cine): Satyricon, de Fellini; Midnight Cowboy, de Cukor; Easy Rider, de Hopper; If, de Lindsay Anderson; Butch Cassidy and the Sundance Kid, de Hill; Z, de Costa-Gavras; M.A.S.H. y Women in Love, de Altman; (en música): Stimmunf, de Stockhausen; Sinfonía, de Luciano Berio; La transfiguración, de Olivier Messiaen; Los demonios de Loudon, de Penderecki; Peleas y Melisanda, de Schönberg (con Margot Fonteyn y Ruldof Nureyev); (en teatro) triunfó Oh, Calcuta en Nueva York.

Algunas de las canciones más exitosas fueron: “Sugar, Sugar” (The Archies); “Aquarius / Let the Sunshine In” (The 5th Dimension); “Honky Tonk Women” (The Rolling Stones); “I’ll never Fall in Love Again” (Tom Jones); “Build Me Up Buttercup” (The Foundations); “Crimson and Clover” y “Crystal Blue Persuasion” (Tommy James and the Shondells); “Suspicious Minds” (Elvis Presley); “Sweet Caroline” (Neil Diamond); “Get Back”, “Something” y “Come Together” (The Beatles); “Lay Lady Lay” (Bob Dylan); “Atlantis” (Donovan); “I’m Gonna Make You Love Me” (The Supremes & The Temptations); “Hooked on a Feeling” (B.J. Thomas).

Murieron: Dwight Eisenhower, Ho Chi Minh, Adolfo López Mateos, Judy Garland, Boris Karloff, Jack Kerouac, Erika Mann, Bruno Traven, Walter Gropius, Ludwig Mies van der Rohe, Karl Jaspers, Theodor W. Adorno, Ernest Ansermet, Rocky Marciano, Josef von Sterberg.

 


 

Fuentes

I.

1: https://es.wikipedia.org/wiki/Programa_Apolo;

2 y 3: R. Artola, La conquista de la Luna, Madrid, Espasa, 1999; https://www.clarin.com/sociedad/Luna-vida-cotidiana-inventos-mision-apolo-11-siguen-usando_0_6LjREv85I.html;

4: https://es.wikipedia.org/wiki/Programa_Luna;

5: https://lta.reuters.com/articulo/worldNews/idLTASIE90204M20130103; https://detrasdelanota.com/noticias-de-todo-el-mundo/un-pequeno-paso-para-un-hombre-un-gran-salto-para-la-humanidad/; https://tecreview.tec.mx/lo-paso-la-mision-apolo-11-conocias/

6: https://lostiempos.com/tendencias/ciencia/20190720/mision-apolo-11-50-anos-llegada-del-hombre-luna;

7: https://www.nationalgeographic.es/espacio/datos-increibles-acerca-de-la-luna /; https://es.wikipedia.org/wiki/Luna;

II.

1 y 2: Andrew Crumey, “Space Oddities”, Literary Review, Londres, julio, 2019;

3: Mike Baker, “How a Bitter Divorce Battle on Earth Led to Claims of a Crime in Space”, The New York Times, 24/08/2019; https://www.nytimes.com/2019/08/23/us/nasa-astronaut-anne-mcclain.html;

4: Andrew Crumey, “Space Oddities”, Literary Review, Londres, julio, 2019; https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Misiones_espaciales_lanzadas_a_la_Luna;

5: De la sabiduría de Juan Carlos Calvillo;

6: Elena Ortiz Hernán Pupareli, “El bajel volante del Padre Rivas, primera narración fantástica de la Nueva España”, Grafito, número 2, México, febrero, 1985, pp. 8-10;

7: Herbert Pichler, La aventura de la Luna (prólogo de Werner von Braun; traducción de Agustín Contín), México, Fondo de Cultura Económica, 1970, p. 87;

8: https://tecreview.tec.mx/lo-paso-la-mision-apolo-11-conocias/; https://www.fayerwayer.com/2019/06/nasa-entrenamiento-turistas-iss/; https://www.lanacion.com.ar/el-mundo/el-multimillonario-japones-sera-primer-pasajero-hacer-nid2173051;

9: Del ingenio de Tito Monterroso, quizá;

10: Bernard Grun, The Timetables of History. The New Thirth Revised Edition, Nueva York, Simon & Schuster / Touchstone, 1991; https://en.wikipedia.org/wiki/1969; https://en.wikipedia.org/wiki/Billboard_Year-End_Hot_100_singles_of_1969; https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:M%C3%A9xico_en_1969.

 

 


* TOMÁS BOCANEGRA Y JOSÉ VALENTÍN ORTIZ

Forman parte del personal académico de la Biblioteca Daniel Cosío Villegas de El Colegio de México.