01 Jul En medio de la muerte estamos en vida
ARMANDO GAXIOLA*
Días de tu vida.
Bárbara Jacobs.
Ciudad de México, Ediciones Era, 2021, 184 pp.
Días de tu vida, la última novela de Bárbara Jacobs, es una memoria ficcionalizada en la que su hermana Patricia, la protagonista, tiene la intención de dejar testimonio de las personas que quiso y de lo que le importó en la vida. Entonces, invita a una reportera, amiga suya, a su lecho de muerte, para que grabe y después transcriba su despedida. El monólogo ininterrumpido de Patricia es una asociación libre compuesta por pequeñas oraciones en minúsculas que no suelen rebasar las tres palabras antes del punto y que crea un flujo que captura nuestra atención y nuestras emociones. No sé de ninguna obra narrativa que se le parezca ni que logre lo mismo.
Las frases cortas, descritas por el prefacio de la reportera como un staccato, hacen que la novela sea única por tres razones: su ritmo entrecortado, el peso de las palabras y la construcción de sentido. Para empezar, la novela de Jacobs impone una lectura lenta, pero con un ritmo constante, contraria a las novelas hiperágiles que pueden consumirse en una hora o dos, sin significar gran cosa. Y como las oraciones son muy pequeñas, cada palabra importa. Por ejemplo, Patricia dice que
ya me había diagnosticado. zinser. ya me había advertido. fumar. o dejar de fumar. ya no influye. que sigas el tratamiento. influye. si no lo sigues. unos meses. de vida. pocos. de vida. te quedan. si lo sigues. se te duplican. y si no funciona. juan. pregunté. el tratamiento. qué. pregunté. si no funciona. qué. en otro. pensamos. en otro. (70)
Cambiar la puntuación a algo más tradicional crearía un efecto fundamentalmente distinto: “Ya me había diagnosticado Zinser, ya me había advertido: fumar o dejar de fumar ya no influye. Que sigas el tratamiento influye. Si no lo sigues, unos meses de vida, pocos, de vida te quedan; si lo sigues, se te duplican”. El adjetivo “pocos”, al igual que cualquier otra palabra al final de esas unidades, gana un sentido completo, pesa. El ritmo, que cada palabra importe, hace que la experiencia de lectura sea profunda y significativa: afecta y compenetra con el lector. Y como tercer punto, que las oraciones sean más pequeñas que las unidades de sentido genera un efecto similar al encabalgamiento en la poesía, que es cuando un verso acaba antes que la unidad de sentido. Por ejemplo, el primer verso del Paraíso perdido de John Milton, “Of Man’s First Disobedience and the Fruit”, sólo tiene sentido acompañado del comienzo del segundo, “Of that Forbidden Tree”; de lo contrario, no sabemos si el fruto del primer verso es aquel de la desobediencia de Adán y Eva o si habla, como es el caso, del fruto prohibido del árbol de la sabiduría. De la misma forma, Días de tu vida es una novela que sólo puede leerse y entenderse como un todo.
En su monólogo, los muertos de Patricia están presentes siempre: amigos, un cuñado, tíos, sus padres y, sobre todo, su hijo. A pesar de ello, y de que la voz de la narradora es la de alguien en agonía, la vitalidad y el carisma de la protagonista hacen que su amor por la vida triunfe sobre cualquier angustia. En esencia, la pesadez y sobriedad de la muerte se ve pequeña junto con el gozo de haber vivido y la esperanza de rencontrarse con sus muertos. A lo largo de la lectura tuve presente la inversión que hace Joyce al Libro de oración común: “in the midst of death we are in life”, en medio de la muerte estamos en vida.
Lo que hace Jacobs es resucitar a Patricia durante 167 páginas. No es raro pensar en las novelas y en los límites de nuestra experiencia: un lugar común es sostener que escribir significa superar la muerte del escritor. Bárbara Jacobs apunta hacia otra dirección. Escribir es alargar la vida de lo que nos importa, darle un espacio en el mundo cada vez que alguien abra el libro y les regrese el aliento a las palabras.◊
* Es escritor. Estudia Letras Inglesas en la Universidad de York, Reino Unido. Realizó estudios en el Centro de Estudios Internacionales de El Colegio de México. Publica regularmente en la revista electrónica Desvelo y ha publicado otras reseñas de libros en Otros Diálogos.