Brújula para regresar: un atlas para recorrer la geografía de la migración

La heterogeneidad y las desigualdades de México se reflejan en las migraciones hacia y desde Estados Unidos. La geografía no sólo es el marco de ocurrencia del retorno; sintetiza oportunidades, redes, obstáculos, riesgos y recursos, aspectos que se recogen en este Atlas de migración de retorno de Estados Unidos a México que su autora comenta en estas líneas.

 

CLAUDIA MASFERRER*

 


 

El retorno de Estados Unidos a México no es nuevo, pero se ha transformado en las últimas dos décadas. Muchos hemos analizado estos cambios a partir del aumento del retorno tras la Gran Recesión de 2008 y del aumento de las deportaciones desde la administración de Barack Obama, que, aunque disminuyeron en los años de la administración de Donald Trump, no han cesado. Muchos hemos advertido también de la heterogeneidad de quienes regresan a México, tanto por sus características sociodemográficas como por sus motivaciones. Se ha escrito sobre personas que llegan solas y acerca del retorno en familia que ha hecho que viva hoy en nuestro país medio millón de menores nacidos en Estados Unidos. Así, por su vínculo con el retorno, hoy la gran mayoría de la población extranjera que reside en México es estadounidense. Parte de los cambios en el retorno se explica por el asentamiento de connacionales en el país del norte, así como por la poca circularidad que antes lo caracterizaba y la creación de familias en Estados Unidos. De darse el retorno, en el caso de muchos significa volver después de vivir fuera numerosos años, lo cual implica llegar con limitadas redes de apoyo. Varios hemos alertado de los desafíos que enfrenta la población retornada e inmigrante para insertarse en el sistema educativo o en el mercado laboral, así como de las dificultades en cuanto a condiciones de salud y falta de acceso a servicios médicos; más aún, algunos experimentan dificultades para integrarse a la sociedad mexicana al sufrir discriminación o criminalización por su retorno.

En los últimos años, sobre todo a partir de 2008, se ha publicado una gran cantidad de estudios sobre la migración de retorno de Estados Unidos a México. Desde distintas disciplinas y en pesquisas de distintas escalas, la migración de retorno ha sido el foco de estudios a partir de datos censales, encuestas, estudios de caso, etnografías y análisis de historias de vida, tanto comparativos como focalizados. Sin embargo, existe un sinnúmero de temas pendientes en los estudios sobre los procesos de retorno.

En agosto de 2021, el Atlas de migración de retorno de Estados Unidos a México, de mi autoría, vio la luz después de varios años de trabajo. El Atlas busca llenar un vacío en la literatura sobre migración: la falta de esquematización de resultados por cada entidad. Y es que los cambios en el fenómeno migratorio en México no ocurrieron de manera uniforme a lo largo del territorio. Si bien varias publicaciones incluyen cuadros y gráficas estatales, no existía una obra con este enfoque geográfico. El Atlas reúne una serie de indicadores clave para comprender cómo difieren las características sociodemográficas de los migrantes de retorno y de los menores nacidos en Estados Unidos que viven en México, su distribución territorial, el tamaño en número de habitantes de las localidades donde residen, sus diferencias con los no migrantes en la condición de actividad y en el tipo de empleo, así como los cambios en el tiempo en características demográficas y de reinserción laboral. A la presentación de indicadores le acompaña la literatura sobre el tema que examina la situación en la entidad, así como un análisis de los temas pendientes a la luz de la realidad actual. Si bien la lista de publicaciones sobre el tema es vasta, después de una lectura a la luz de lo que se vive en cada entidad no hay duda de que las posibilidades de estudio son aún más extensas.

El análisis deja claro que, además de ser diverso el retorno, también hay una multiplicidad de diferencias geográficas; es decir, tanto la demografía como la geografía del retorno son heterogéneas. Y es que la historia importa: regresar a una comunidad rural en una entidad del occidente del país con una larga trayectoria migratoria, a una ciudad fronteriza en un estado del norte con inversión industrial, a un municipio periférico de un área metropolitana o a una comunidad rural indígena en el sureste de México será diferente por muchas razones. Uno de los grandes retos es analizar lo que ocurre en el ámbito local, en las comunidades a las que regresan los connacionales desde Estados Unidos, con una mirada que permita tener una visión del resto de lo que ocurre en el territorio. Espero que esta obra ayude a ese fin. La lista de la bibliografía relevante, la valoración de temas pendientes y las preguntas abiertas a la luz de la realidad actual que incluye el Atlas buscan alentar no sólo políticas locales de integración, sino futuras investigaciones académicas.

Me dará mucha satisfacción encontrar, en los próximos años, estudios que analicen estos temas irresueltos y que contesten las varias preguntas de investigación que quedan por responder, sobre todo en cuanto a las implicaciones del retorno y del papel que desempeñan las condiciones locales en estos procesos, así como del rol de las trayectorias migratorias, familiares y laborales ante el nuevo panorama del fenómeno migratorio. Por ejemplo, en cuanto a las condiciones locales, un tema poco estudiado es el efecto del incremento de la violencia criminal, no sólo en la elección de los destinos al regresar a México, sino en los procesos de reinserción económica, social y política. Sabemos que la ventaja salarial relativa que tenían los migrantes de retorno sobre aquéllos sin experiencia migratoria reciente ha desaparecido en los últimos años por una convergencia a la baja. Sin embargo, no sabemos qué explica que este cierre de brecha no se dé igual en todos lados, y cuál puede ser el papel de los mercados laborales locales para que no se desaproveche la experiencia migratoria. En cuanto a la población de hijos de mexicanos nacidos en Estados Unidos o de cónyuges estadounidenses que migran con familiares, queda pendiente comprender mejor los procesos de posible retorno a su país natal, además de los procesos de incorporación a la sociedad mexicana y la creación de familias mixtas en nuestro país.

A lo largo de los últimos años se ha definido una serie de programas y políticas de apoyo a connacionales que regresan. La actual Estrategia Interinstitucional de Atención Integral a Familias Mexicanas Repatriadas y en Retorno, aprobada en junio de 2021, sustituyó a Somos Mexicanos, la estrategia del gobierno anterior que agrupó una serie de programas, como Paisano, Repatriación Humana, Soy México y Repatriados Trabajando, entre otros. Es temprano aún para evaluar la implementación de las medidas previstas bajo esta nueva estrategia, aunque diversos balances muestran que los esfuerzos previos han sido insuficientes para atender las múltiples necesidades. Sigue siendo necesaria una mejor comprensión de qué tipos de programas sociales es necesario implementar no sólo en el ámbito federal, sino también estatal y municipal. En este mismo sentido, queda por discernir de qué manera puede cambiarse la narrativa para transitar hacia una sociedad que no discrimine o estigmatice al migrante, ya sea de retorno, en tránsito, inmigrante en México, desplazado interno o connacional que emigra en búsqueda de una vida mejor. A esta lista de ejemplos se agregan los temas pendientes que delineo en el Atlas para cada entidad.

Sin embargo, me dará todavía mayor satisfacción —siendo optimista— ver que la narrativa en torno a la migración de retorno cambia en nuestro país para ser más abierta y acogedora con las poblaciones migrantes de todas las latitudes. Siempre he creído que hablar de políticas de integración y (re)integración no debe excluir a la población extranjera en México, sin importar su lugar de nacimiento. Si definir políticas y programas que faciliten la inserción e integración de las poblaciones migrantes en nuestro país se hace con una visión que reconozca la complejidad del fenómeno migratorio, entonces podremos estar en mejores condiciones de facilitar los procesos de retorno y de inmigración, tanto de estadounidenses como de haitianos, venezolanos, centroamericanos o de personas de cualquier otro lugar. El gran reto, sin embargo, recae en las dificultades para que la sociedad y la política mexicanas comprendan que la integración nos conviene a todos para poder tener mayor cohesión social. Ante la llegada de connacionales y extranjeros, ¿podremos algún día decir “sí, quédate en México” y ser realmente una sociedad de acogida? Algunos tenemos una brújula para regresar a casa; otros buscan su hogar con brújula en mano apuntando a México.◊

 


 

Bibliografía sugerida

 

Denier, Nicole, y Claudia Masferrer, “Returning to a New Mexican labor market? Regional variation in the economic incorporation of return migrants from the US to Mexico”, Population Research and Policy Review, vol. 39, núm. 4, 2020, pp. 617-641.

Masferrer, Claudia, Atlas de migración de retorno de Estados Unidos a México, Ciudad de México, El Colegio de México, 2021.

Masferrer, Claudia, “Cambios demográficos y geográficos del retorno de los migrantes mexicanos desde Estados Unidos antes y después de la gran recesión”, Dinámica demográfica de México en el siglo xxi, vol. 2, Silvia Giorguli y Luis Jaime Sobrino (eds.), Ciudad de México, El Colegio de México, 2020, pp. 169-222.

Masferrer, Claudia, Erin R. Hamilton y Nicole Denier, “Immigrants in their parental homeland: Half a million US-born minors settle throughout Mexico”, Demography, vol. 56, núm. 4, 2019, pp. 1453-1461.

 


 

* Es profesora-investigadora en el Centro de Estudios Demográficos, Urbanos y Ambientales y coordinadora del seminario Migración, Desigualdad y Políticas Públicas de El Colegio de México. Doctora en Sociología por McGill University, sus líneas de investigación incluyen la migración y la dinámica demográfica, la integración de migrantes y el papel de las políticas en ellos. Estudia la migración de retorno desde hace más de una década. Su obra más reciente es Atlas de migración de retorno de Estados Unidos a México (El Colegio de México, 2021).