Antecedentes, presente y futuro de la mortalidad en México

Este año, Alejandro Mina hubiera cumplido 40 de labor docente en el hoy Centro de Estudios Demográficos, Urbanos y Ambientales de El Colegio de México. Como demógrafo, realizó muchas investigaciones y publicaciones, entre las que destacan las que dedicó a la estimación demográfica de la mortalidad, la migración interna y la nupcialidad en nuestro país. El trabajo que se presenta aquí es un fragmento de lo que probablemente será su última publicación: el capítulo “Antecedentes, presente y futuro de la mortalidad en México”, que formará parte de un libro coordinado por Silvia E. Giorguli Saucedo y Luis Jaime Sobrino, Dinámicas demográficas de México en el siglo xxi, que aparecerá próximamente publicado por El Colegio de México. El fragmento, aunque pequeño, da buen ejemplo del rigor del profesor Mina en el manejo de los datos y deja ver su capacidad para construir una narrativa en donde, partiendo de las estadísticas del pasado, puede proyectarse la mortalidad del México futuro.

 

ALEJANDRO MINA VALDÉS *

 


In memoriam / 1953-2018

 

El análisis de la mortalidad es de gran transcendencia para los estudios demográficos por el impacto que tiene tanto sobre el crecimiento natural de la población como sobre la estructura socio-demográfica de la misma. Tradicionalmente, los gobiernos han tenido como meta reducir la mortalidad, especialmente la de las poblaciones infantil, juvenil y en edad productiva. Las grandes transformaciones sociales del siglo pasado están asociadas entre sí y se reflejan en el cambio de la dinámica de la mortalidad. No puede entenderse el panorama poblacional del México actual sin comprender la evolución general de los indicadores de la mortalidad, tales como la tasa bruta, las tasas específicas por edad, las de mortalidad infantil, esperanza de vida y defunciones generales, y según sus causas. Además, la información estadística con la que contamos hoy nos permite ver la información con mayor detalle —por ejemplo, desglosada por sexo y por entidad federativa. Ilustrar la dinámica de la mortalidad en los últimos cincuenta años nos anticipa el escenario para los próximos cincuenta.

 

[…]

 

La mortalidad ha sufrido cambios importantes en México, como el de su notable disminución a lo largo del siglo xx. Los efectos se ven en el aumento de la esperanza de vida en el momento del nacimiento, de 36 años en las primeras dos décadas a 77 en 2012; es decir, un aumento de 41 años como consecuencia de la disminución en las probabilidades de muerte de la población mexicana en todas y cada una de las edades. Destacan en especial la disminución en la mortalidad infantil, de 182 muertes de menores de un año por cada mil nacimientos al inicio del siglo xx a 16 por cada mil en el año 2012; y, con respecto a la tasa bruta de mortalidad, destaca su tendencia descendente, que fue de 28 defunciones por cada mil habitantes en 1930 a sólo 13 en 1960 y a menos de cinco en 2012.

El patrón de la mortalidad varía también por grupos de edad, sexo y según la etapa de la vida (niñez, adolescencia, madurez y vejez). En cuanto a la ganancia en la esperanza de vida en el momento del nacimiento, ésta ha aumentado en México en los últimos 30 años: de 67 años (64 para los hombres y 70 para las mujeres) a 77 años (74 para los hombres y 79 para las mujeres). Cabe destacar que la ganancia en la esperanza de vida en el momento del nacimiento se explica en gran parte por el descenso de las tasas de mortalidad infantil. Éste ha aportado, en los últimos 30 años, un aumento de casi tres años en la esperanza de vida. Por lo demás, este proceso se asocia con los cambios en los patrones de enfermedad y, en particular, con la menor mortalidad por causa de enfermedades infecciosas y parasitarias. Esto último ha traído la mayor ganancia en la esperanza de vida al nacimiento, pero también destaca la disminución de las muertes por enfermedades respiratorias y cardiovasculares. En contraste, el incremento en las muertes por diabetes mellitus, anomalías congénitas y tumores malignos ha frenado el aumento de la esperanza de vida al nacimiento.

A manera de resumen, en el cuadro 1 se muestran las principales medidas de la mortalidad para años comprendidos entre 1900 y 2010. Se comparan las tasas brutas de natalidad y mortalidad, así como las esperanzas de vida estimadas para dicho periodo.

 

Cuadro 1: México. Principales indicadores de la mortalidad, 1900-2010
Año Población a Tasa bruta de natalidad b Tasa bruta de mortalidad c Esperanza de vida al nacimiento d
1900 12,700,294 36.4 33.1 Nd
1910 15,160,369 32.0 33.2 Nd
1921 14,334,780 31.4 25.1 Nd
1930 16,552,722 49.4 25.5 36.9
1940 19,653,552 44.3 23.3 41.5
1950 25,791,017 45.5 17.0 49.7
1960 34,923,129 44.6 12.2 58.9
1970 48,225,238 43.4 10.7 64.0
1980 67,944,099 34.9 6.9 67.8
1990 81,249,645 28.8 5.6 70.6
1995 91,158,290 25.8 5.0 72.4
2000 97,483,412 24.5 4.9 73.9
2005 103,263,388 19.3 4.8 74.6
2010 112,336,538 17.8 5.0 75.4

 

Fuentes: a: 1900-1990: inegi (varios años); 1995-2005: inegi, 2005a. b: 1900-1960: ceed, 1981; 1970 y 1980: Gómez de León y Partida, 1998; 1990-2005: inegi, 2005a. c: 1900-1960: ceed, 1981; 1970 y 1980: Gómez de León y Partida, 1998; CONAPO, 2001; 1990-2005: inegi, 2005b. d: 1930: ceed, 1981; 1940-1980: Camposortega, 1992; 1990-2005: inegi, 2005b. nd: no disponible.

 

En la gráfica 1, se observan las tendencias de la tasa bruta de natalidad y la tasa bruta de mortalidad de 1900 al 2010. Destaca la disminución de la brecha entre ambas a lo largo del tiempo.

 

Gráfica 1: México. Tasas brutas de natalidad y mortalidad, 1900-2010, por cada mil habitantes

Fuente: Cuadro 1.

 

Como puede advertirse, entre 1930 y 1960 se da el mejor ritmo de crecimiento en la esperanza de vida, que se incrementó en 22 años, es decir, a un promedio anual de 0.7 años. De 1960 a 1990, la ganancia en años en la esperanza de vida fue más moderada, de aproximadamente 0.3 por año. Entre 1990 y 2010, el aumento en la esperanza de vida fue aún más discreto en términos relativos, pues en el último lustro de estudio se incrementó en 0.9%, ganando sólo 0.1 años en el periodo.

Los avances tecnológicos dedicados al control de las enfermedades se han ido incrementando considerablemente, lo que ha propiciado no sólo una mejor calidad de vida sino también una expectativa de vida en el momento de nacer que en el futuro será mayor a los 100 años.◊

 


* ALEJANDRO MINA VALDÉS (1953-2018)

Fue profesor-investigador del Centro de Estudios Demográficos, Urbanos y Ambientales de El Colegio de México.