Acerca de las ilustraciones de este número

Las ciudades se transforman tan incesantemente como la idea que de ellas tienen sus habitantes y visitantes. En la búsqueda de seguridad, habitabilidad y comodidad, estos grupos humanos generan arreglos y expresiones políticas tan variadas como ciudades hay en el mundo. Son tan diversas las formas en que nos relacionamos con la ciudad que lo mismo la vemos como materia concreta de aspiración y deseo que como objeto de nuestros más diversos anhelos cívicos. Y es que —como lo sugiere la manera en que ciudades como París son evocadas en memorables obras literarias— hay en esa mirada un antropomorfismo que hace de ellas algo que se anhela conquistar y poseer. Es cierto también que recientemente vemos en la ciudad un agregado de aspiraciones difusas, disímiles e inconexas, como lo testimonia el éxito incontrovertible de la idea del omnipresente “derecho a la ciudad”. La ciudad es, en todo caso, un lugar concreto y abstracto en el que también se transita entre lo que se tiene y lo que se desea, y es sobre ese tránsito de lo que dan cuenta las mutaciones que tienen lugar en ella.

 

Este número 6 de Otros Diálogos está ilustrado con testimonios de las transformaciones materiales que se dan en la ciudad. Las imágenes, seleccionadas del archivo del arquitecto Teodoro González de León, ilustran cómo —en la concepción de las condiciones materiales necesarias para la habitabilidad— la materia, la forma, la luz y el color son materia prima también para la belleza. Las obras arquitectónicas no sólo honran la función para la que son concebidas sino que además crean ciudad y hacen posible habitar el mundo a través de ella. Sin exuberancia, pero con una discreta monumentalidad, las fotografías y esbozos de González de León que reproduce este número son ejemplos de una obra arquitectónica que sacude la mirada extraviada por la saturación urbana propia de nuestro tiempo.

 

Las fotografías de las obras arquitectónicas aquí reproducidas son de la autoría de algunos de los más cercanos colaboradores de González de León, como Pedro Iriart, Julius Shulman, Brehme, y del archivo del propio arquitecto.

 

Los editores de Otros Diálogos agradecen la generosidad de la hija del arquitecto, Berenice González de León, quien los ayudó en la selección de las imágenes. Gracias, también, al equipo de Teodoro González de León Arquitectos, S.C., por habernos abierto las puertas de su estudio.